Publicado el 30 de Noviembre de 2014
Terele Pávez
Obra: Ricardo III
¡Tengo la suerte de trabajar siempre con los mejores! Me maravillo
Dicen que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer, pero en el caso de la soberbia interpretación de Juan Diego, encontramos cuatro grandes nombres propios de la escena con signo femenino. Porque hablar de Terele, Asunción, Ana y Lara es hablar de fuerza, carisma, elegancia y talento. Un póquer de ases a la altura de este clásico actualizado por la ingeniosa pluma de José Sanchis Sinisterra y dirigido por Carlos Martín que recoge su segundo y último mes de ovaciones en las tablas del teatro Español.
¿Qué tiene de diferente y especial esta versión?
¡Yo creo que Shakespeare es Shakespeare siempre! No puedes jugar a interpretarle. Lo que ha hecho Sanchis Sinisterra es como concentrar lo que interesa, para hacer un mosaico de personajes que no ha dejado respirar. Y la música es fundamental, a mí me impresiona, a veces pone el alma que no tienen los personajes, igual que la luz y el vestuario, con buen gusto, lujo y sobriedad.
Háblenos de su personaje…
La Duquesa de York es, sobretodo, una mujeres con una gran frustración por no haber sido reina. Para esta gente es la meta, la lucha de todos, conseguir la corona, y muy pocas veces se h conseguido por herencia, siempre se han matado por el camino, con traiciones ¡Era como un juego, como meter gol…! Y ya, si lo ha metido, no importaba si era penalti o no. ¡Es tremendo! Pero las monarquías se han formado a base de traiciones y de crímenes horrendos. Con hijos, primos, sobrinos… Ha sido: “la corona es mía”. Shakespeare cuenta la historia de Inglaterra con un conocimiento y un lenguaje y una belleza que tiene este hombre para relatar los hechos, que ya solo por eso es una joya. Sanchis ha conseguido hacer una belleza de concentrar y contar las cosas desde el más puro dolor, desde la más pura verdad.
Las mujeres en esta versión están interpretadas por grandes actrices. ¿Cómo definiría a cada una de sus tres compañeras en lo personal?
¡Qué puedo decir de Asunción, que tuvo un éxito en el estreno y todos los días! Es una mujer sorprendente que puede presumir de una edad con un talento inmenso. Llena el escenario, tiene una memoria, es creativa… Yo estoy con ella embobada, porque la conocía mucho como amiga, como persona, pero no en un escenario y luego además tiene un sentido del humor, de compañerismo… que yo aprendo, la escucho, y la aplaudo todas las noches. Y luego me encuentro con Ana Torrent, con esa “niña- súper niña” increíble que es una mujer inteligente que a lo largo de los años ha ido creciendo como mujer, como actriz, con una disciplina, con encanto y con la cual también me río muchísimo. Lara es de una exquisited… ¡¡No se puede hablar mejor que como habla esta niña!! Yo todos los días le digo: ¡eres un tesoro! (risas). Tiene una cadencia, una clase… Es de estas niñas que se vuelcan en el escenario, que nunca se lo creen. Y también es mucha risa con ella. Tenemos unos ratitos las cuatro muy felices, que lo pasamos bien para poder llevar todo esto, porque si no, ir al teatro y no tener un buen encuentro entre todos es muy duro. Y luego los actoresw son unos caballeros todos que nos cuidan, nos miman y son para seguirlos y aprender de ellos de cómo se comportan entre cajas, cómo son en el escenario… ¡Ésta es una gran compañía y yo tengo la suerte de trabajar siempre con los mejores! Me maravillo.
Y hablando de los mejores… ¿Qué me dice de Juan Diego?
Yo creo que hay muy pocos actores que se pueden atrever a hacer a Ricardo III, porque requiere tanta, tanta, tanta madurez como actor, transcender de esa manera simplemente con un gesto, con un silencio… Juan Diego es un actor todoterreno que ha ido creciendo por todos lados. Da igual que haga cine, TV… es un hombre que domina todo. Además, está en el momento de hacer esta obra. Tiene todo el peso, todo el bagaje, toda la creatividad, las ganas, porque se deja la piel y eso el público lo agradece muchísimo. Es maravilloso trabajar con él, verle y ver cómo funciona, que está en carne viva la función.