Apoyado en la obra original que Maurice Maeterlinck firmó hace más de un siglo, Álex Rojo remodela y sube a escena «El pájaro azul«, una bellísima experiencia para todas las edades basada en una propuesta: el encuentro con el alma del niño mediante el recuerdo de sus terrores e ilusiones a través de un trepidante viaje de emociones. Adrián Rico, Macarena Robledo, Irene Álvarez, Andrea Viña, Ángel Mauri, Daniel Brotons y Lucas Ares forman este elenco capaz de abordar con inmensa ternura y nostalgia el imaginario propio de la niñez. Del 3 al 21 de marzo en el Teatro Fernán Gómez.
ES LA VÍSPERA DE NAVIDAD y dos hermanos imaginan cómo sería vivir las vidas de sus vecinos. Una extraña visita les sorprende con una misteriosa encomienda: ir en busca de un pájaro azul muy especial.
Guiados por la luz y en compañía de una gata, un perro y una hogaza de pan duro, emprenden un viaje por diferentes mundos donde tendrán que adentrarse en el país de la memoria, el reino de la noche y viajar al porvenir en busca del pájaro que cura la enfermedad de la tristeza.
“Esta es una obra llena de fantasía que invita a observar a través de los ojos de la inocencia y dar respuesta a preguntas –a priori– sencillas que abrirán profundas reflexiones. Una obra llena de misterio y ternura que ofrece estímulos visuales y auditivos que, en conjunto, narran el tránsito por la vida desde la infancia a la madurez en un código poético”, apunta el director y autor de la versión Álex Rojo
Y añade:
“Mostramos un intrigante y revelador viaje –a veces delirante, otras íntimamente reflexivo– por diferentes espacios de ensueño donde cada uno es una dimensión diferente y cuyos enigmas hay que desentrañar”.
Las etapas de la vida
Reformulada como una pieza que oscila entre el thriller psicológico, el cuento de hadas y el teatro simbolista en su forma más visceral, esta versión de “El pájaro azul” logra explicar la vida a través de sus etapas y desde los ojos inocentes de los hermanos Tyl y Myl, mostrando elementos que son humanizados en forma de personajes.
“El Hada simboliza la conexión con el mundo mágico y, en este caso, es quien rompe las lindes de lo que veremos, oscilando entre lo real y lo imaginario. Además, hace entrega a los hermanos de un singular diamante que les permite ver por un instante el alma de las cosas, y así, surgen quienes serán compañeros de los protagonistas en su periplo: el alma del pan –que despierta para encontrar su sentido vital–, un perro –que acompaña a su amo aún cuando este es cruel con sus necesidades–, una gata muy observadora, el tiempo, la reina de la noche acompañada de su séquito que son el sueño y la pesadilla, un árbol –sometido a la ignominiosa tiranía de la deforestación que juzga al hombre por crímenes contra la naturaleza–, los groseros gozos –necesitando siempre a quien tentar–, la dicha…“, comenta Rojo
Y concluye:
“Queremos encender el motor de la imaginación y trabajar sobre historias que de verdad nos permitan acariciar el alma del público. Y creo que, para ello, Maeterlinck nos dejó una herramienta muy poderosa en “El pájaro azul””.