¿Quién no ha reído con los míticos “Tres sombreros de copa” del maestro Miguel Mihura? Fernando de las Heras Cabezuelo da continuidad a esa obra haciéndose eco de la poética mihurana con «Los sombreros olvidados«, un fascinante homenaje que ubica su acción en 1952 y nos presenta la actualidad de Dionisio y Don Rosario 20 años después, en plena posguerra. Javier Arriero y Roger Álvarez dan vida a esta nostálgica y divertida comedia dirigida por Luis Flor que, además, cuenta con la colaboración especial de las voces de Loles León, Marta Fernández Muro y Millán Salcedo. La cita, en el Teatro Lara.
Aunque no se puede vivir de ilusiones, sin ilusión tampoco se puede vivir. Así, la ilusión y los objetivos, la pérdida y el encuentro, el recuerdo y el olvido o la compañía y la soledad son los elementos principales de esta historia, todos ellos tratados, por amor a Mihura, con mucho humor y un poco de nostalgia.
“En este tributo al gran Miguel Mihura, Fernando de las Heras continúa con una de las obras más emblemáticas de nuestro teatro –“Tres sombreros de copa”– y se hace la siguiente pregunta: ¿Qué fue de la vida de Dionisio y Don Rosario veinte años después? Dionisio ya no es aquel muchacho inexperto que, tras una noche enloquecida en la habitación de un hotel, se casó con Margarita, su novia de toda la vida. Ahora, veinte años después y en plena posguerra, es un hombre viudo en busca de aquella felicidad que una noche conoció junto a Paula y tres sombreros de copa…”, comenta el director Luis Flor.
Tributo a Mihura
“Los sombreros olvidados” nace como un tributo al genial dramaturgo madrileño que nos hizo sonreír con joyas como “Ninette y un señor de Murcia”, “Maribel y la extraña familia”, “Melocotón en almíbar” o, cómo no, “Tres sombreros de copa”, su primera comedia escrita en 1932 y representada 20 años después, en 1952, justo el año donde hoy tenemos la oportunidad de viajar en el tiempo para descubrir cómo podría haber continuado aquella historia.
“El Don Rosario de nuestra función es el vivo retrato de su tío, es un sobrino del Don Rosario original, y ahora él es el dueño del hostal madrileño donde se va a hospedar Dionisio como único cliente. Dionisio, al quedarse viudo, se pregunta lo que quiere hacer realmente con su vida. Don Rosario, por otra parte, está más solo que la una, pero los dos lucharán por conseguir sus respectivas ilusiones que, a fin de cuentas, resultarán ser las mismas. Ambos son personajes bondadosos viviendo en un mundo que no entienden y se harán compañía para no sentirse solos en una época muy dura de la historia de España. Todo ello se consigue gracias al magnífico trabajo de Javier Arriero –en una interpretación llena de humanidad y de matices– y del maravilloso Roger Álvarez en el papel de un Don Rosario entrañable, cómico y tierno”, comenta el director.
Y añade:
“¡Me encanta el final de la obra! Porque creo que resume bien el espíritu mágico y tierno de la función con una bonita canción de Angelillo, las miradas de ambos personajes –que lo dicen todo– y una bombilla que tiene vida propia”.
Las características voces de Loles León, Millán Salcedo y Marta Fernández Muro ponen la guinda a esta peculiar propuesta escénica que ha conquistado al público madrileño desde su estreno en noviembre y que ha conseguido prorrogar sus funciones hasta marzo gracias a la buena acogida del respetable, tal y como concluye su director:
“Esta es una función para los amantes del teatro de siempre, ese teatro que está en nuestro ADN, en la cultura española y en nuestros corazones, que debemos revisar cada cierto tiempo con una sonrisa. ¡Os esperamos todos los viernes a las 18:15 en el Teatro Lara!”.