Dan Jemmett estrena Los gatos mueren como las personas, el último montaje de la temporada teatral del Centro Dramático Nacional que podrá verse, entre el 16 de mayo y el 23 de junio, en el Teatro Valle-Inclán. El director de escena lleva a cabo un juego teatral que homenajea a los que para él son dos de los artistas más sorprendentemente originales del siglo XX con un montaje que se inspira en Cuarteto de Heiner Müller y en la película Atención a esa prostituta tan querida de Rainer Werner Fassbinder.
La pieza, que podrá verse del 16 de mayo al 23 de junio, está protagonizada por José Luis Alcobendas, Valérie Crouzet, Clemente García, Violeta Linde, David Luque, Julia Piera y Nico Romero.
Hemos charlado con Jemmett y nos ha contado cosas como estas:
“Los gatos mueren como las personas” es un encuentro entre la película de Fassbinder “Beware of a holy whore” –“Atención a esa prostituta tan querida”– y el texto “Quartet” –“Cuarteto”– de Heiner Müller. En la pieza, varios actores y un director esperan para ensayar una representación de “Cuarteto” en el vestíbulo de un teatro abandonado. Heiner Müller, aparentemente invisible, observa y, misteriosamente, comienza a encontrar inspiración para su obra.
Las temáticas principales que atraviesan el montaje, sin cuestionamientos ni tabúes, abarcan desde la brutalidad respaldada por el poder, la violencia, el deseo, la manipulación y el tedio. Pero por encima de todo ello sobrevuela la libertad sexual y creadora a partir de la corriente de destrucción generada por las relaciones humanas.
La escenografía presenta la barra de un bar y el ambigú de un teatro diseñado por Adán Torres,complementado con la iluminación de Felipe Ramos, el vestuario contemporáneo con motivos clásicos de Vanessa Actif, la caracterización de Johny Dean y el espacio sonoro y vídeo de Christopher Knighton.
Nota del autor
La obra de 1980 Quartett (Cuarteto) de Heiner Müller y la película de 1971 Warnung vor einer heiligen Nutte (Atención a esa prostituta tan querida) de Rainer Werner Fassbinder expresan una crítica radical de los sistemas de poder, tanto a nivel personal como institucional. Violencia, sociopatía, manipulación, control, imperialismo, corrupción, delincuencia sexual… son algunos de los temas centrales de estos dos trabajos artísticos. En Quartett, un hombre y una mujer se enfrentan en un juego de roles sexuales cada vez más teatral, mientras que en Warnung vor einer heiligen Nutte, los actores y el equipo de una película esperan en un hotel español a que llegue el dinero que les permita seguir rodando.
El trabajo de estos dos artistas alemanes corrobora de muchas maneras la devastación y el caos de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Escribieron obras e hicieron películas en las que se dirigían a la dañada psique humana después de que la persecución, la destrucción y la locura hubieran terminado. Así, las piezas de teatro de Müller tienden a parecer más textos fragmentados y desordenados que obras convencionales, y las películas de Fassbinder a menudo retratan ambientes claustrofóbicos emocionalmente cargados en los que los personajes parecen estar agotando los desenlaces de algún terrible juego final.
Me gustaría imaginar una representación teatral que utilice motivos de Quartett y Warnung vor einer heiligen Nutte para crear una obra nueva, Los gatos mueren como las personas. En este nuevo trabajo, cuatro intérpretes esperan sentados en el vestíbulo de un teatro al director de la obra en la que están en ese momento trabajando para continuar con los ensayos. La obra es Cuarteto. En ese ambigú también está presente el escritor, Heiner Müller, y una persona que atiende el bar. Según se van deteriorando las relaciones humanas dentro de este grupo de gente en un juego sociosexual, el director aparece de vez en cuando para despotricar contra las condiciones de trabajo en el teatro y la imposibilidad de materializar su visión de la obra.
Los gatos mueren como las personas es una meditación sobre dos de los más apremiantes estados humanos de la existencia: el aburrimiento y el deseo. Es también un homenaje al trabajo de dos de los artistas más sorprendentemente originales del siglo XX.