Mañana viernes el Centro Dramático Nacional estrena «Mármol», un texto de Marina Carr dirigido por Antonio C. Guijosa y protagonizado por José Luis Alcobendas, Elena González, Susana Hernández y Pepe Viyuela. En el Teatro Valle-Inclán.
Amigos de toda la vida, profesionales de éxito, casados, con hijos, una sólida posición económica… Art y Ben son dos triunfadores. Pero un día Art le cuenta a Ben que ha soñado que se acostaba con Catherine, su mujer, en una habitación cubierta de mármol y esa misma noche Ben descubre estupefacto que su mujer ha tenido el mismo sueño con su amigo Art. Durante semanas ambos siguen teniendo sueños compartidos ante la desesperación de Ben y el escepticismo de la mujer de Art. Lo que parecía algo anecdótico comienza a rasgar los tejidos de unas relaciones que se creían perfectamente consolidadas…
Hay días en que uno echa la vista atrás y ve el camino que ha recorrido. Revisa las elecciones que hizo; también lo que ocurrió porque en realidad en aquella ocasión no llegó a decidir nada. Y así llega hasta el hoy, al lugar en el que estamos.
Alrededor del camino recorrido aparecen otros que no se tomaron, ahora fantasmales. Aparecen también los sueños que dejamos ir. Y se siente una especie de traición hacia uno mismo. Esa traición duele: uno se pregunta si no está a tiempo, si no le queda otra oportunidad, si…
Los personajes de Mármol se enfrentan a una gran decisión: en un lado un sueño extraño, sublime, recurrente; en el otro la realidad de la vida que hemos construido, con sus momentos hermosos, con sus miserias cotidianas. ¿Qué es más destructivo para nosotros, traicionar nuestros deseos más profundos o romper las promesas de nuestra vida ya construida? ¿Estamos a tiempo de rectificar? ¿Tiene sentido arriesgar lo que nos hace seguir adelante por algo que no sabemos si realmente existe? ¿Es posible alcanzar lo sublime?
Antonio C. Guijosa