El Centro Dramático Nacional presenta «Yerma«. El clásico de Federico García Lorca está dirigido por Juan Carlos Martel Bayod y cuenta con la interpretación de María Hervás a la cabeza de un reparto que completan Joan Amargós, David Menéndez, Bàrbara Mestanza, Marta Ossó, Isabel Rocatti y Yolanda Sey. La cita, en el Teatro María Guerrero del 13 al 22 de enero.
Producida por el Teatre Lliure, con espacio escénico de Frederic Amat y música de Raül Refree, la pieza se estrenó el pasado noviembre en Barcelona suscitando el aplauso generalizado de la crítica, que destacó la delicadeza de la puesta en escena, la mirada novedosa del director y la impecable interpretación de la protagonista, María Hervás.
Con ella hemos charlado y nos ha contado algunos detalles de este trabajo:
Lorca es un lenguaje aparte, casi como aprender un idioma nuevo. Requiere de una intensidad muy específica para poner la palabra a volar, pero manteniéndola anclada a tierra. Es apasionante ir descubriendo el océano infinito que fue y será siempre Federico García Lorca. Me subo cada noche al escenario intentando hacerle justicia.
Cada actriz tiene su Yerma y cada espectador proyecta en nosotras la suya. Yerma nunca es “una”. Ningún personaje lo es. La mía es una oda a la libertad de la mujer, a la bestia que late dentro de todo ser humano y que ansía vivir la vida al máximo, disfrutar de la naturaleza, del amor, del sexo. Esta lucha por nuestros derechos, y en contra de la norma social que diseña “personas de molde” (como el pan sí), ¿para encajar dónde?
El grito de la libertadYerma, una de las piezas más aclamadas de García Lorca, escrita en 1934, es una de las obras que forma parte de la trilogía rural que el granadino escribió junto con Bodas de sangre (1933) y La casa de Bernarda Alba (1936) y que relatan una serie de tragedias que unen mito, poesía y realidad a través de diferentes retratos de la mujer a la vez oprimida y liberada.
La obra cuenta la historia de un conflicto interno generado por la imposibilidad de la protagonista de convertirse en madre. El personaje encarna así la lucha contra la represión y obligación impuestas en una sociedad en la que la casa y los hijos son las principales funciones de una mujer, y aborda reflexiones en torno a la presión social, la maternidad, las apariencias o la fatalidad del destino.
“Es una canción de cuna y el público, la criatura a la que se canta”, afirma Martel Bayod aclarando que se trata de una obra cuyo objetivo es expresar la realidad más cruda a través de “esa primera lección de historia de España”. “Yerma no amenaza o asusta, sino que nos echa en medio de la escena, indefensos contra las realidades de una mujer a quien le brota la vida por todos sus poros y que solo encuentra muerte”, concluye Martel Bayod.