El Festival de Mérida llega un año más a Madrid

El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida llega a Madrid para que aún más espectadores puedan disfrutar fuera de la región de sus espectaculares montajes. Especial protagonismo de las compañías extremeñas con “Los Pelópidas”, “Marco Aurelio” y “El cerco de Numancia” a las que se une una cuarta producción: “Aquiles, el hombre”. En el Teatro Bellas Artes a partir de hoy mismo.

  • Los Pelópidas: del 29 de marzo al 2 de abril 

La compañía Suripanta presenta esta divertida comedia de Jorge Llopis protagonizada por Pedro Rodríguez, Paca Velardiez, Simón Ferrero, Juan Carlos Tirado, Eulalia Donoso, Jesús Martín Rafael, Ana García y Eva Gómez. Dirige Esteve Ferrer.

En este 2017 se cumplen 51 años del estreno de Los Pelópidas, la obra más simbólica del autor alicantino Jorge Llopis, que precisamente se produjo en el mismo Teatro Bellas Artes. Es una muy buena ocasión para recuperar y rendir homenaje a esta gran comedia, caricatura de la tragedia griega que bebe de los grandes modelos del género paródico y versificado, que busca la comicidad verbal en el retruécano, la ocurrencia y el ingenio de su estructura dramática. 
Llopis nos ofrece una revisión personalísima de los dramas griegos, construyendo una sátira desmitificadora, alegre, irónica, jocosa, maravillosamente disparatada, mostrándonos, desde una perspectiva muy distinta, a través del humor más sano, algunos de los héroes, historias, conflictos y situaciones por todos conocidos de las grandes tragedias griegas. Personajes arquetipos de aquel teatro, como el ídolo traicionado, la reina infiel y vengativa, el rey usurpador del trono, el mensajero portador de noticias tremebundas, el filósofo instructor, la fúnebre pitonisa, la entregada nodriza, los omnipresentes dioses, el pueblo descontento, …se presentan ante el espectador con una finalidad diferente para la que fueran concebidos, hacerle reír y desmitificar.
Al igual que Pedro Muñoz Seca, que con su hilarante La venganza de Don Mendo diera una completa vuelta de tuerca a los lacrimógenos dramas históricos, Jorge Llópis en Los Pelópidas hace lo mismo con los acongojantes y dolorosos dramas griegos y consigue una de las obras más juerguistas y representativas de este peculiar género.
Ántrax, rey de Tebas, cual Ulises, después de muchos años guerreando valientemente en la Guerra de Troya, regresa a su tierra de riguroso incógnito, acompañado de su fiel consejero y pensador constante, Faetón de Estraza. Estupefacto, encuentra a su ciudad y a su pueblo en la más total de la ruina, y a su querida esposa Elektra en brazos de un tal Phideos que además ha usurpado su trono, gobernando con manifiesta incompetencia. Promete venganza y restablecer el orden trastocado. Los dioses, claro está, aparecerán en el momento oportuno para echarle una mano, o liarla más. Cuando todo parece que vuelve a su cauce y Ántrax consigue poner las cosas en su sitio, entrará en juego un inoportuno mensajero que, convertirá la trama en el incesto criminal más enrevesado, embarazoso e imposible que pueda imaginarse.

  • Marco Aurelio: del 5 al 9 de abril

Teatrapo–José F. Delgado producen este texto de Agustín Muñoz Sanz protagonizada por Vicente Cuesta, José Vicente Moirón, Gabriel Moreno, Cándido Gómez, María Luisa Borruel, María Lama, Fermín Núñez y Roberto Calle. Dirige Eugenio Amaya.

Estamos en un mundo en el que afloran constantemente conflictos que sacuden al hombre y que están provocados por el difícil equilibrio entre la razón y el fanatismo. La situación no es nueva y viene siendo desde el origen de la Humanidad la causa de las mayores tribulaciones que nos azotan. En el segundo siglo de nuestra historia el emperador de Roma, Marco Aurelio, tuvo que enfrentarse al dilema de gobernar el Imperio desde la razón y la profundidad de su filosofía estoica y la presión de aquellos que cegados por ambiciones, supersticiones e intereses se consideraban los herederos de dioses y oráculos.
 
Nunca se ha llevado a la escena la peripecia vital de uno de los más grandes emperadores de la historia, y sus ideas, su filosofía, su tragedia vital y la herencia que puede llegar hasta nosotros, se recuperan en este montaje Marco Aurelio.

  • El cerco de Numancia: del 12 al 16 de abril

Verbo Producciones lleva a escena la famosa obra de Cervantes en una versión libre de Florián Recio que protagonizan Fernando Ramos, Ana García, Pedro Montero, Paca Velardiez, Manuel Menárguez, David Gutiérrez, Juan Carlos Tirado, José Fco. Ramos y Jesús Manchón. Dirige Paco Carrillo.

Numancia, el mito, siempre se ha magnificado de manera especial, hasta el punto de llegar a formar parte de la lista de las grandes derrotas de la historia.
Los mitos forjan identidades y conforman comunidades y en este sentido pueden tener su utilidad y en este contexto la historia de Numancia, su sacrificio, ha sido siempre engrandecido y utilizado según los intereses ideológicos del momento. La heroica gesta de los numantinos de inmolarse antes que doblegarse al poder de Roma es, por sí mismo, un gesto con múltiples lecturas según lo analicemos desde el punto de vista de los opresores o de los oprimidos. Para Roma representaba una cosa, para los Numantinos otra.
Se ha usado muchas veces la lectura de esta gesta como un ejemplo de patriotismo, ha servido para definir nacionalismos o para confirmar identidades nacionales, etc. Se nos ha presentado, en definitiva, como ejemplo de cualquier cosa que sirva a los intereses ideológicos o políticos del momento. Es evidente que para todo pueden servir los mitos y sobre todo según el prisma con qué se miren.
Nos preguntamos desde el prisma de hoy, que imagen de ese caleidoscopio que representa el mito Numancia, refleja mejor nuestra realidad, el mundo en que vivimos, donde las definiciones de patriotismo son cambiantes cada día, donde el sacrificio humano no existe mas allá de una noticia en TV y el poder en general y el económico en particular, fagocita cualquier revolución, o acto heroico colectivo, hasta “normalizarlo”.
Desde nuestro punto de vista teatral, el interés de representar Numancia hoy, tiene el sentido de contar su historia mas allá del mito y su utilización partidista, y ahondar en la realidad del drama y sus protagonistas. Que sea el espectador quien reflexiones sobre el poder y sus abusos: cualquier forma de poder, en cualquier lugar y ante cualquier forma de abusos.
Si el hecho teatral es uno, en este proyecto perseguimos dejarlo abierto para que sea el espectador quien ponga el acento en lo que más le interese o más le duela y de esta forma pueda elegir su propia forma de respuesta.
No siempre la muerte es el único final, antes lo son la humillación, la pérdida de identidad, el miedo, el hambre y cuántos etc se puedan poner de los muchos que conforman nuestra realidad cotidiana. 
Numancia para nosotros es, hoy, más analogía que mito.

  • Aquiles, el hombre: del 19 al 23 de abril 

Bernabé Rico produce esta obra de Roberto Rivera que llevan a escena los actores Toni Cantó, Ruth Díaz, Pepe Ocio, Philip Rogers, David Tortosa, Rubén Sanz, Óscar Hernández, Miguel Hermoso, Lourdes Verger y Octavi Pujades. Dirige José Pascual.

Son ya nueve años los que el ejército aqueo lleva asaltando sin éxito las murallas de Troya. Nueve años desde que una alianza de los pueblos griegos se pusiera en marcha para vengar la afrenta del rapto de Helena, esposa de Menelao, a la que el troyano Paris custodia tras los muros de Ilión. Pero Troya se muestra inexpugnable y el desaliento y la discordia hacen su aparición en el campamento aqueo. Todos los ojos se vuelven hacia Aquiles, el más poderoso de los guerreros griegos, el héroe semidivino del que se espera una intervención decisiva que haga cambiar el curso de la batalla. Pero Aquiles, hastiado de la guerra, se pregunta si merece la pena cumplir su destino.
Así comienza Aquiles, versión dramatizada de los hechos fundamentales narrados en la Ilíada, el más antiguo de los poemas épicos de la literatura occidental. Los Dioses son aquí presencias lejanas y la sangre y la batalla un telón de fondo sobre el que asistiremos al despliegue de la conciencia del héroe. Veremos como el caudillo griego Agamenón humilla a Aquiles al arrebatarle a Briseida, su esclava favorita, y cómo Aquiles renuncia a la lucha, dejando a sus compañeros a los pies de una derrota segura ante las fuerzas troyanas. Cuando su íntimo Patroclo sea asesinado por Héctor, el caudillo troyano, Aquiles volverá a tomar las armas para enfrentarse en duelo a Héctor. Del dolor por la muerte de su amigo surge un Aquiles vengativo y cruel, que sólo busca la muerte de Héctor y la profanación de su cadáver. Pero cuando Príamo, el padre de Héctor, se presenta ante él y le pide que le entregue el cadáver de su hijo para darle sepultura, Aquiles encuentra el rastro de compasión que necesita. Surge entonces un Aquiles humano, capaz de entender a su enemigo y aceptarse a sí mismo.
Este es el trayecto que propone Aquiles: de la rueda de violencia y venganza que sólo genera más violencia, a la aparición de la compasión que funda un espacio de entendimiento.

 


 

 

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