“Seis hombres provisionales, producto de esta Europa también provisional”. Así calificaba Alfonso Sastre a estos personajes, a esta “Escuadra hacia la muerte” que vio la luz por primera vez en el año 1953 sobre las tablas del María Guerrero y que ahora regresa al mismo escenario dirigida por Paco Azorín y representada por Jan Cornet, Iván Hermes, Carlos Martos, Agus Ruiz, Unax Ugalde y Julián Villagrán. En cartel desde mañana hasta el 27 de noviembre.
Situada en la Tercera Guerra Mundial, en un conflicto futuro pero inminente, Paco Azorín redibuja y dirige esta impactante crónica que profundiza en temas como el sentido de la existencia, el peso de la culpa o la opresión y se nutre de grandes referentes como Stanley Kubrick y George Orwell para llevar a escena la obra que se vio amordazada por la censura.
Escuadra hacia la muerte es, bajo mi punto de vista, una pieza luminosa, que bien podría llamarse Escuadra hacia la vida. Si toda tragedia necesita un rayo de esperanza final, en esta obra la esperanza lo inunda todo.
Cuando Alfonso Sastre escribió la obra, en 1953, apenas hacía cuatro años que George Orwell había publicado su novela distópica 1984, en la que aparecen lugares tan inquietantes como la Habitación 101. En esa cámara, Orwell obliga a los díscolos del sistema a enfrentarse a sus miedos. Sastre, en su particular Habitación 101, somete a seis individuos al miedo más común de todo ser humano: lo desconocido, lo contrario a lo que hoy llamamos espacio de confort.
El ser humano es, por definición, miedoso. Al final de la Edad Media, el poeta Petrarca se quejaba en sus cartas al Papa de la miseria moral del mundo que le había tocado vivir. Llegó a decir que la humanidad tenía contados sus días; unas décadas más tarde llegaría el Renacimiento y, con él, la medida de lo humano sobre todas las cosas.
Estoy convencido de que un Nuevo Renacimiento está a punto de llegar: para ello es condición sine qua non que se extingan ciertas conductas propias de la precedente Edad Media. En este momento de cambio, seis individuos cruzan sus esperanzas creyendo caminar hacia la…
Paco Azorín