«El otro», Unamuno visto por los ojos de Alberto Conejero

Alberto Conejero, uno de los grandes autores que tenemos el lujo de poder disfrutar en el teatro español de hoy, firma «El otro«, esta adaptación que aúna elementos de thriller –un hombre mata a un individuo idéntico a él y esconde su cadáver en el sótano– con esa interesante reflexión sobre la identidad. Un montaje dirigido por Mauricio García Lozano y protagonizado por Celia Bermejo, Domingo Cruz, Carolina Lapausa, José Vicente Moirón y Silvia Marty que podremos ver en el Teatro Fernán Gómez a partir del 6 de marzo.

“ESTÁ ENCERRADO EN nuestro cuarto. No me deja entrar. No me deja dormir con él. Me dice que no quiere que le espíe mientras sueña. Cuando le llamo por su nombre me dice “No, sino el Otro”. Y yo tengo miedo porque algo dentro del pecho me dice que algo terrible ha ocurrido”.

Así relata Laura a su hermano Ernesto lo que ocurre: Cosme, su marido, en estado de semilocura, ha roto todos los espejos de la casa y no permite que nadie le vea dormir por miedo a hablar en sueños ni que lo llamen por su nombre…

Un thriller sobre la identidad

Cuando llega el momento en que sea el propio enajenado el que se explique, acierta a decir: “Estaba aquí conmigo cuando me anunciaron al otro. Me vi entrar como si me hubiera desprendido de un espejo, y me vi sentado ahí, donde tú estás… Me vi entrar, y el otro… yo… se puso como estoy, como estás (…) Morí, sí. Y al rato resucité; pero sentado ahí, donde tú estás, y aquí, donde estoy, estaba mi cadáver”.

“”El Otro” es una fábula feroz que cuenta la historia de un hombre que recibe en su casa la visita de sí mismo. El enfrentamiento ante ese espejo hace estallar en mil pedazos su identidad y nos sumerge en un profundo misterio. Un misterio que quizá nunca alcancemos a dilucidar”, nos cuenta Mauricio García Lozano, director de esta obra audaz y desnuda de un Unamuno “abierto radicalmente a la experimentación y que presenta un nuevo paradigma del personaje dramático” –según Alberto Conejero, autor de la versión–.

Aunque la obra se estrenó en el Teatro Español en 1932, ahora la acción se sitúa durante la Guerra Civil para acentuar la lectura política del original y profundiza en el misterio.

“A Alberto y a mí lo que más interesó fue el tema de lo inexplicable. Construye, pues, una pieza que se consume a sí misma del mismo modo que su protagonista y nos deja ante el ominoso abismo de la duda”, afirma.

Un viaje al infierno de la culpa en forma de thriller y a la vez la metáfora de un país partido en dos, polarizado, dividido. Con ello, Mauricio García Lozano ha construido un universo, más simbólico que realista, que diluye lo real de lo imaginario.

“La sintaxis escénica busca discurrir con la lógica de un sueño. O mejor, de una pesadilla. Mi propósito es invitar al espectador a percibir la historia desde la mirada perturbada del protagonista”.

“Hay que conocer a Unamuno; hay que deslumbrarse con Conejero; hay que emocionarse con el trabajo de una compañía extremeña que viene pisando fuerte; hay que aplaudir a esos actores. En estos tiempos donde todo parece tener una explicación lógica y mediática, no hay nada más atractivo que entregarse al misterio”, finaliza.

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