El Teatro de la Zarzuela presenta el estreno absoluto de la ópera «El caballero de Olmedo» de Arturo Díez Boscovich con dirección de escena de Lluís Pasqual y musical de Guillermo García Calvo. El libreto es el texto original de Lope de Vega adaptado por el propio Pasqual. La cita, del 6 al 15 de octubre.
Hemos charlado con los dos creadores y nos han contado esto:
Lluís: Es una historia que trata dos cosas. Trata del amor por encima de las convenciones, de las costumbres, un tema que en el siglo XVII tiene más fuerza porque las chicas estaban obligadas a casarse con quien decidía el padre y, en cambio, aquí sí decide ella. Y luego un tema no secundario, que es la envidia. Muchos filósofos españoles han dicho que es el defecto nacional, pero la envidia contra el del pueblo de al lado.
El caballero de Olmedo es un torero, un matador, igual que sus contrincantes, el problema está en que unos son de Medina y otros de Olmedo, apenas hay veinte kilómetros entre un pueblo y otro. Yo creo que si el caballero en lugar de ser de Olmedo hubiese sido de otro sitio puede que no le hubiera pasado nada. El pecado no es que se enamorara de una chica de Medina, sino que se enamoró de una chica de Medina el que era del pueblo de al lado y triunfó. Eso es algo que tenemos metido en nuestro ADN.
Arturo: Es una historia de amor maravillosa que procede de una canción popular que escuchaba Lope en la calle. Una historia muy triste de un amor no consumado realmente, un amor idílico, pasional, impresionante. Realmente habla de todas las cosas que están relacionadas con el ser humano, los celos, la pasión… y, además, hay algunos elementos sobrenaturales que hacen la historia mucho más interesante. Es una maravilla, una obra maestra y en esta ópera yo he intentado a través de la música acercarme lo más posible a lo que Lope quería contar. Ya comprobará la gente si lo he conseguido o no.
Con el comienzo de la temporada 2023/2024 el Teatro de la Zarzuela se apunta un nuevo hito: ofrecerá en su escenario el tercer estreno absoluto de una obra lírica en menos de un año, encargos todos ellos del propio Teatro a compositores de muy distintas trayectorias; tras Policías y ladrones de Tomás Marco y Trato de favor de Lucas Vidal, ahora es el turno de la ópera El caballero de Olmedo de Arturo Díez Boscovich. Una composición que cuenta, además, con un libretista de excepción, ese dramaturgo de dramaturgos que fue el prodigioso Lope de Vega, cuya poesía, a lo largo de los tres últimos siglos, ha estado presente en zarzuelas tan diversas como Doña Francisquita (1923), La villana (1927) o La rosa del azafrán (1930), de las que la primera y la última se podrán ver también en la temporada que ahora comienza.
El coliseo madrileño no ha dudado en rodearse para la ocasión de algunos de los nombres más destacados de nuestro teatro, de nuestra música y más allá. Así, a la dirección musical del Maestro Guillermo García Calvo, que ocupará el foso al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del Teatro), se une el magisterio de Lluís Pasqual, ese hombre que vive y sueña teatro, que siempre lo hizo, que siempre lo hará, y que en esta ocasión, además de idear la escena, se ha encargado de realizar la necesaria adaptación del texto. Entre el 6 y el 15 de octubre se ofrecerán seis funciones.
En esta propuesta escénica el director cuenta con la minimalista y efectiva escenografía de Daniel Bianco, el hermoso vestuario de Franca Squarciapino, la envolvente iluminación de Pascal Mérat, la eficaz coreografía de Nuria Castejón, la poética videoescena de Franc Aleu y el eficiente trabajo de esgrima de Jesús Esperanza.
Serán, además, dos repartos los que canten los tres roles principales de la ópera, integrados por los tenores Joel Prieto y Juan de Dios Mateos, las sopranos Rocío Pérez y Alba Chantar, los barítonos Germán Olvera y Ramiro Maturana, las sopranos Nicola Beller Carbone y Berna Perles, el barítono Gerardo Bullón y el bajo Rubén Amoretti.
Los acompañará el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, así como dieciséis bailarines-actores.