Fran Perea y Toni Acosta estrenan «La estupidez»

Nacida por el encargo del prestigioso Deutsches Schauspielhaus de Hamburgo en el año 2000, Rafael Spregelburd firma «La estupidez», una poliédrica comedia que ya ha recibido el aplauso en grandes plazas de todo el mundo. Avalada por este éxito internacional, la función llega a las Naves del Español bajo la batuta de Fernando Soto y la genialidad de cinco intérpretes –Fran Perea, Toni Acosta, Ainhoa Santamaría, Javi Coll y Javier Márquez– que dan vida a 24 personajes rodeados de criminales, mafia siciliana, policías motorizados… y todo al mismo tiempo. ¿Punto de encuentro? Las Vegas. Desde hoy en las Naves del Español.

LO QUE OCURRE en Las Vegas, no siempre se queda en Las Vegas… y, lo que ocurre en «La estupidez», se queda donde a ti te dé la gana. Este es uno de los divertidos puntos que forman el decálogo para disfrutar de esta obra, toda una pieza maestra de relojería que presenta, de forma grotesca y desmesurada, un mundo banal y vertiginoso cuyo valor absoluto es el dinero.

Fernando Soto se enfrenta a la dirección de este complejo texto lleno de humor con el que plantea una invitación a equivocarse para ir en búsqueda del acierto, a caerse una y mil veces para volver a levantarse. «Estamos ante una obra con 22 escenas y 24 roles que interpretan 5 actores. La mayor dificultad está en la envergadura que tiene de tramas y personajes, pero hay un reparto fantástico y hacemos un equipo que trabaja desde el buen rollo, ¡estoy muy contento!», asegura el director.

La compañía Feelgood Teatro, con Fran Perea, Toni Acosta, Ainhoa Santamaría, Javi Coll y Javier Márquez en el elenco, hace realidad este gran espejo de una sociedad codiciosa, fragmentada y disociada por el valor monetario. Todo ello, con el arma de la parodia y de la crítica que subyace y se extiende a toda la sociedad y sus instituciones. “Hay una frase en este espectáculo que dice ‘vivimos tiempos de enorme estupidez’ y eso es un gran reflejo de lo que está pasando, de hacia dónde va este sistema de este mundo que hemos creado entre todos. Eso le hace tener un trasfondo muy potente. La gente va a ver reflejada muchas de sus preocupaciones, a nivel individual y social, a nivel sistema de seres humanos que conviven. Está el dinero de por medio y muchos temas que nos tocan», comenta Fernando Soto, y concluye: «uno de los mayores atractivos es que es una obra muy divertida, con mu-cho humor, no te puedes aburrir, porque tiene un ritmo vertiginoso con cinco historias paralelas que se van entrecruzando. Es un ejercicio de malabarismo y virtuosismo. Esperamos que la gente no desconecte ni un minuto, es nuestro objetivo”.

 

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