Jaime Lorente estrena el monólogo «Matar cansa» en Kamikaze

Jaime Lorente estrena este jueves 8 de octubre el monólogo «Matar cansa«, de Santiago Loza, en El Pavón Teatro Kamikaze

El actor de series como ‘La casa de papel’ y ‘Élite’ y obras de teatro como ‘Equus’, ‘El público’, ‘El secreto a voces’ o ‘Esta no es La casa de Bernarda Alba’ interpreta y produce el celebrado monólogo del dramaturgo y cineasta argentino, que podrá verse en la Sala Principal del Teatro Kamikaze hasta el día 22 de noviembre.

‘Matar cansa’, dirigido por Alberto Sabina, es un relato que navega de manera visceral, poética e, incluso, evangélica a través de los acontecimientos que llevaron a un asesino a convertirse en una figura temida por el mundo y venerada por el narrador de la pieza.

El propio actor nos contaba en esta entrevista qué es «Matar cansa»:

“Matar cansa” se puede definir como un acto de amor hacia lo perverso, hacia lo trágico y hacia el lado oscuro más terrible del ser humano. Creo que a todos nos va a poner en la tesitura de aceptar o no aceptar una serie de tendencias y de apetencias que tenemos hacia cosas que realmente son terribles y que nos pasan y que no somos capaces de aceptar. Hay un debate muy fuerte sobre la obra (risas).

“Una víctima seduce, provoca. Una víctima aguarda el momento, toda una vida, atrae despacio a su asesino”. Esta es la confesión de un hombre que se presenta como el admirador desmesurado de un criminal. Un relato que durante una hora navega de manera visceral, poética e, incluso, evangélica a través de los acontecimientos que llevaron a un asesino a convertirse en una figura temida por el mundo y venerada por el narrador de la pieza.

En escena, un hombre nos reconstruye –en un espacio desprovisto de objetos– la historia de un tipo al que admira incuestionablemente: un asesino en serie que busca a través de la muerte el significado de su vida. Una vida bañada por la más densa de las melancolías.

Nuestro narrador es un fanático acérrimo de este carismático criminal. Se define como un cobarde frente a los hechos cometidos, se le ve opaco y solo se apasiona cuando describe las acciones del otro y hasta lo hace con los detalles más pequeños y sórdidos.

En ocasiones, las líneas que separan al narrador y al personaje narrado llegan a confundirse: nunca llegamos a saber quién es este hombre tan apasionado. ¿Su mejor amigo? ¿Su víctima?  Desde luego, provoca incomodidad escucharle hablar sobre la muerte y la veneración que le profesa. E incomoda, ya que su quietud es extraña cuando choca con su mensaje casi evangélico.

El discurso está bañado de un misterio amoral. Al igual que muchos escritos religiosos, no sabemos de dónde procede la fe, pero sí sabemos que esta puede mover las más oscuras emociones de las personas. El personaje principal está situado justo al lado de un gran acontecimiento –ni delante ni detrás–, en ningún momento es partícipe de nada. Solo de ser un espectador, un admirador, el cual está sumergido en un mar negro del que solo puede escapar a través de la inmortal luz del asesino que le da sentido a su gris e insulsa vida.
Matar cansa nos expone un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados. Solo vemos el blanco y el negro, el bueno y el malo, el policía y el asesino, pero poca gente se ha parado a pensar en el gris, en ese gris que no desentona, que se mantiene en equilibrio y que hace que los otros dos se mantengan latentes y vivos. Ese morbo escondido que nos lleva a mirar debajo de una sábana manchada de sangre es el mismo que te ancla a la butaca para escuchar los hechos atroces narrados de una forma tan bella y honesta como la de nuestro protagonista.

¿Para qué? Para descubrirnos a nosotros mismos, tanto debajo de la sábana como sujetando el cuchillo. Para que saciemos de una manera purgativa esa necesidad de ser eternos, esa necesidad de sangre. Para que necesitemos a alguien que nos limpie de toda esa oscuridad, que haga el trabajo duro por todos nosotros, porque no lo olvidemos: matar cansa.

Normas de seguridad en Teatro Kamikaze

El Teatro Kamikaze se ha adaptado a las normas de seguridad para la contención de la covid-19, con un aforo de un 72%, con 290 butacas, respeto de la distancia interpersonal, uso de mascarilla obligatorio, entradas y salidas paulatinas, gel hidroalcohólico en los accesos y zonas comunes y un sistema de ionización bipolar del aire para reducir la presencia de patógenos y mejorar la seguridad del espectador. 

De acuerdo a las normas de seguridad para la contención de la covid-19, El Pavón Teatro Kamikaze ha reducido el aforo de la Sala Principal donde tendrá lugar la representación de Matar cansa a un 72%, con 290 butacas disponibles, se mantendrá la distancia interpersonal, el uso de mascarilla será obligatorio y se ruega al público que acuda con antelación, para establecer una entrada y una salida paulatinas y ordenadas. Asimismo, en colaboración con la empresa Tayra y Estudio Príamo, el Teatro Kamikaze cuenta con un novedoso sistema de ionización bipolar del aire por plasma frío para reducir la presencia de patógenos en recintos cerrados y mejorar la seguridad de los espectadores. 


 

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