El gran José Luis Gómez firma esta Loa al Teatro Tribueñe por su 20º aniversario:
Me confieso adicto al Teatro Tribueñe, fundado, y en vida, por Irina Kouberskaya y Eduardo Pérez, escritor y creador de la Fundación Argos, donde imparte clases únicas de Yoga.
Un día le pregunté a Irina de dónde venía el nombre de Tribueñe y me contestó lacónica:
“De tribu y de esa consonante única que existe en castellano llamada eñe”.
Quizás venga mi adicción de cierta visita, acompañando a William Layton, que me hizo Irina, años ha, apenas vuelto yo a España tras mi tiempo de formación y vagabundeo por tierras de Goethe.
Irina siempre buscó y encontró a maestros excepcionales: en su San Petersburgo natal recibió clases del legendario director y discípulo directo de Konstantin Stanislavski, Gueorgui Tovstonógov, y en Madrid, pronto encontró a William Layton; y en la calle Sancho Dávila 31 se emboscaron Irina y Eduardo rodeados de gente afín para hacer el mejor teatro de su entorno.
No se puede olvidar que su formación y proveniencia del teatro soviético, de tan arraigada tradición vanguardista la han surtido de conocimientos e intuiciones valiosísimas para el teatro español: tal es el caso con Federico García Lorca o Ramón María del Valle-Inclán.
No puedo olvidar, en este contexto, la presencia y el trabajo de Hugo Pérez de la Pica, hijo de Eduardo, y director de escena de rara sensibilidad y mano prodigiosa.
¡Larga vida al Teatro Tribueñe y a sus factores y a cuantos les asisten!