Teatro de la Abadía vuelve a llevar a sus escenarios “Para acabar con Eddy Bellegueule” versión de la novela que conmocionó francia en 2015, La compañía LaJoven pone en escena uno de los proyectos que dejó pendiente el fallecido Gerardo Vera y que su discípulo José Luis Arellano recoge para dedicársela a su maestro.
“Para acabar con Eddy Bellegueule” es la historia de una transformación que no nos deja indiferentes y que nos descubre como el final de Eddy Bellegueule es el principio de Édouard Louis. Estará en cartel del 26 de octubre al 6 de noviembre en la Sala José Luis Alonso con Julio Montañana Hidalgo / Raúl Pulido Jordá.
Esto nos ha contado su director:
“Para acabar con Eddy Bellegueule” es eso que llamaríamos una obra contemporánea que se ha convertido en muy poco tiempo en un clásico. Partiendo de la novela del mismo Édouard Louis, la obra narra la vida de un niño y luego un adolescente en una población al norte de Francia, asolada por la pobreza, la ignorancia y la violencia. Escrito de una forma cruda a veces y otras tierna y llena de vitalidad, el tema principal es la supervivencia de lo diferente en un entorno uniformemente hostil.
Édouard habla desde la sinceridad y la crudeza de su vida, de su entorno, de las dificultades de ser pobre, diferente, de sus sentimientos frente al acoso, a la incomprensión de su entorno. Un entorno que lo veía como un bicho raro y que le hacía evidente ese sentimiento. Nos habla de la dificultad de expresar libremente una sexualidad distinta y no aceptada en un mundo de reglas muy marcadas por la heterosexualidad.
Sigue siendo necesario hablar y hacer espectáculos sobre LGTBIfobia, sobre el rechazo al diferente. El año pasadose estrenó en La Abadía la dinámica adaptación de la novela homónima de Édouard Louis, que tiene mucho deautobiográfica. Cuenta la historia de un joven gay en una pequeña ciudad industrial, y las humillaciones a las que lesometen los compañeros del instituto. Un testimonio contado con gran carga emotiva, con humor y, en esta versión escénica de LaJoven, con mucha música.
El Teatro de La Abadía vuelve a traer a los escenarios el trabajo de José Luis Arellano. La desaparición de Gerardo Vera nos dejó sin el que iba a ser su primer proyecto como director y escenógrafo en LaJoven. José Luis Arellano, pupilo de Gerardo, dirige esta obra que él y la compañía LaJoven dedican a la memoria de uno de los grandesdirectores del teatro español de los últimos tiempos.
Édouard Louis publicó En finir avec Eddy Bellegueule en 2014. Seis años después se había traducido a más de veinte idiomas. En 2018 el Unicorn Theatre de Londres estrenó The End of Eddy, la adaptación teatral de la novela por Pamela Carter. Y el siguiente paso que dio LaJoven fue traer al público español la historia del joven Eddy.
Las notas de Gerardo Vera
Estas son las notas que Gerardo dejó escritas:
“Desde Agosto, de Tracy Letts, no me había impresionado tanto un texto contemporáneo. Eddy es como un escupitajo espeso arrojado con violencia contra las conciencias bienpensantes de una sociedad instalada en una insensibilidad profunda hacia el dolor de los otros, en un deleznable rechazo a los que son diferentes. Este texto luminoso de Édouard Louis está impregnado de verdad, atravesado porlos cuatro costados por una violencia verbal y física que no te da respiro.
Es un grito desesperado de un adolescente consciente de que para su familia no es más que un ser degradado, una fuente de vergüenza, de repulsión, de ignominia; una maldición. Ecos de Genet y Koltès, la misma violencia, la misma fragilidad y la misma compasión hacia los personajes. Es mi primer montaje para LaJoven.
Es emocionante encontrarme con ellos dentro de un escenario después de tantos años de seguir su deslumbrante trayectoria de compromiso con los más jóvenes. La cercanía con David Peralto y José Luis Arellano hace que me sienta seguro dirigiendo a dos actores muy jóvenes, un reto insólito en mi carrera. Estoy muy agradecido por su confianza como también lo estoy a José Luis Collado que, otra vez, ha vuelto a dar en la diana con un texto en castellano que me produce la misma emoción que me produjo la novela de Édouard Louis cuando la leí por primera vez.
Gracias también al Teatro de La Abadía y a Carlos Aladro, su director, por acoger decididamente una experiencia teatral tan apasionante”.
Nota del director José Luis Arellano:
Es curioso que el maestro Gerardo Vera eligiera este texto para estrenarse en LaJoven. Un texto iniciático, reflexivo y en cierta medida alejado de lo que parecía que le interesaba últimamente como artista. Sin embargo, al sumergirte en Eddy o en Édouard, ambos personajes comparten con Gerardo la rebeldía.
Eddy se rebela contra todo: contra la familia, contra la sociedad y en última instancia contra el mundo. Eddy es diferente en un mundo donde ser diferente sigue provocando violencia irracional. Eddy no sigue los parámetros que su entorno ha dibujado para él. Es amanerado, frágil, chillón, miedoso… y además, homosexual.
Demasiadas cosas diferentes para ser asumidas por una sociedad cada vez más temerosa del otro, abarrotada de machos asustados por perder sus privilegios frente a lo que desconocen o temen. Sin embargo, Édouard nos quiere contar su historia desde la cercanía de un joven que acaba de terminar con un periodo vital doloroso y complejo. No es fácil la adolescencia. Nunca lo fue para nadie.
Para Eddy, ser un chico distinto en un entorno de exacerbada masculinidad significaba descubrir lo único y solitario que es hacerse mayor. Por eso, en nuestra propuesta,
Eddy nos contará su historia a través de dos actores porque así, como dice él mismo, es más divertido, menos solitario. A través de un lenguaje directo, a veces descarnado, a veces divertido, pero siempre lleno de vida y necesidad de libertad, Eddy nos irá contando como poco a poco fue descubriendo el sexo, su inclinación, su verdad y finalmente a sí mismo para dejar atrás todo aquello que fue. La palabra “marica”, que se le clava como un cuchillo en el alma, le colocará al margen de “la normalidad”. Descubrir qué es lo normalizado y el valor de lo distinto será el gran hallazgo de Eddy.
Eddy comienza el relato en un colegio con doce años y una agresión. No es un inicio fácil, pero es el suyo y el de muchos chicos y chicas de nuestro entorno que siguen peleando rebeldes, solitarios porque no encajan, porque son diferentes, porque son de otra raza, de otro país o de un género distinto al que vemos a primera vista. Cualquier cosa que les haga salirse de lo frecuente les convierte en víctimas de un mundo enhebrado en una violencia endémica contra el otro.