Basada en la novela homónima del laureado Lorenzo Silva y concebida teatralmente con vocación de drama romántico frustrado, son ya 16 los meses de gira en los que el público nacional se ha estremecido con “La flaqueza del bolchevique”. Dirigidos por David Álvarez y el también protagonista Adolfo Fernández, Susana Abaitua y Adolfo dan vida a este singular idilio entre un misántropo malhumorado y una dulce estudiante. En los Teatros Luchana a partir de mañana.
El protagonista y narrador de esta historia se empotra contra el descapotable de una irritante ejecutiva. Ciertamente, él se distrajo un poco, pero ella no tenía por qué frenar en seco ni escupirle todos los insultos del diccionario. Por ello, y para hacer soportables las tardes de aquel bochornoso verano, decide dedicarse “al acecho y aniquilación moral de Sonsoles”. Gracias al parte del seguro, consigue su teléfono, y así conoce a su hermana Rosana, una turbadora adolescente.
Aunque no tiene ninguna fijación con las jovencitas, conserva un retrato de las hijas del zar Nicolás II. Le atrae especialmente la duquesa Olga y a menudo se pregunta qué debió sentir el bolchevique encargado de matarla.