Cuando el circo ya no es lo que era, Leo Bassi ha hecho del mundo su propia carpa y de los escenarios una plataforma desde la que luchar enarbolando la risa como arma pacífica para el cambio. Que tiemblen la banca, las religiones, los poderes establecidos y hasta las pobres e indefensas palomas porque este bufón de vocación, este agitador de conciencias vuelve a sacar en el Teatro Alfil sus pinturas de guerra.
He querido ofrecer al público español textos y sketches que he hecho en otros países. Era una manera de poner al día al público español de todo el Leo Bassi, del Leo Bassi multinacional y con una visión política más europea, no sólo española.