Con más de sesenta pelucas por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar sino vuela la gran fiesta de las drag queen. Y es que, si el mismísimo Espronceda levantara la cabeza, es probable que cambiara su velero por este divertidísimo show que conjuga música, risa, voces en directo y un cuerpo de baile espectacular. El Teatro Amaya abre el telón para dar rienda suelta a esta nueva versión de la famosa pieza de Jean Poiret. Pasen, vean y disfruten. A partir de mañana…
LA PAREJA HOMOSEXUAL formada por Alvin y César regenta un cabaret. En sus vidas reina la paz hasta que reciben una noticia Bomba: Josean, el hijo de César, ¡va a casarse de forma inminente con la hija de un senador ultraconservador! Este político, abanderado de los valores tradicionales de la vida familiar, está a punto de conocer a sus futuros consuegros… ¡el enredo está servido! “Alvin y César son lo que se suele decir dos bomboncitos”, comenta José Sáiz, director e intérprete de César, y añade: “el personaje de Alvin –Alberto Vázquez– es el contrapunto al mío. Es la ternura personificada, el disparatado de la pareja y, quizá, el personaje que más conecta con el público, ya que es el que más crítica social hace. En cambio, César es la cabeza pensante, el más sosegado, el que dice las cosas que no gustan pero que acaba teniendo razón en todo o casi todo. Josean es el que da estabilidad emocional a ambos y el que aporta el sentido común a la pareja”.
Más de 100 trajes
Agrupado en cuatro bloques y ambientado todo en un ‘entorno drag’ de gran vistosidad, no son pocos los elementos que garantizan la etiqueta de ‘musical de gran formato’ para este show: más de cien trajes en escena, más de 60 pelucas empleadas, un elenco de 13 intérpretes, una banda de músicos tocando en directo y un cuerpo de baile explosivo dirigido por la coreógrafa Lina Martínez. “Hemos convertido la comedia de Jean Poiret en un auténtico cabaret un tanto alocado donde todo puede suceder”, apunta José y concluye: “Este es, sin duda, un proyecto muy ambicioso con grandes coreografías de todo tipo y unas interpretaciones magis-trales con las que no dejas de reír en las más de dos horas que dura el espectáculo. En definitiva, tiene todos los ingredientes para alcanzar el éxito. Y yo le diría una cosa al público… ¡que se venga a vivir a la jaula con nosotros!”.