¡Llegó el día! La Compañía Nacional de Danza estrena una maravillosa «Giselle»

¡Llegó el día! La Compañía Nacional de Danza estrena una maravillosa «Giselle«. La cita, del 9 al 22 de diciembre en el Teatro de la Zarzuela.

La gran producción de la temporada de la CND sube el telón y lo hace por todo lo alto: con una imponente “Giselle” en dos actos avalada por tres pesos pesados de la escena teatral: Joaquín De Luz al frente de la coreografía y la dirección, la firma de Borja Ortiz de Gondra en la dramaturgia del espectáculo y los versos de Gustavo Adolfo Bécquer como inspiración poética de esta particular e inédita visión a través del romanticismo español.

Desgranamos las claves de este esperado estreno absoluto que aterriza en el Teatro de la Zarzuela sin perder los elementos que han hecho de esta obra una de las cumbres del ballet clásico y la novedosa inclusión de la escuela bolera y las tradiciones españolas para bailar la historia de esa muchacha enamorada del apuesto viajero extranjero al que amará más allá de la muerte. 

AÑO 1841. La Ópera de París estrenaba el ballet “Giselle” en el cual el poeta Théophile Gautier –inspirándose en leyendas alemanas de Heinrich Heine– creó los mitos románticos que marcarían toda la historia de la danza: inocentes campesinas enamoradas, fiestas de la vendimia, apuestos príncipes seductores, fantasmas espectrales de espíritus del bosque…

Un año antes, Gautier había visitado España y con su libro “Le voyage en Espagne” inauguró la moda romántica de los viajeros europeos que descubrían el país, sus tipos populares y sus danzas tradicionales.

Dos décadas más tarde, en 1863, el poeta español Gustavo Adolfo Bécquer se retiraba al Monasterio de Veruela, en la Sierra del Moncayo, y allí, rodeado de bosques y naturaleza, escribió sus rimas de amores desgraciados y leyendas de tristes destinos.

Hoy, año 2020, Joaquín De Luz, director de la Compañía Nacional de Danza, recupera el gigante escénico y confecciona una nueva visión encuadran-do la acción en un imponente bosque nocturno donde habitan las wilis –esos espíritus de muchachas muertas antes de casarse– donde las voces del viento susurran versos de Bécquer.

““Giselle” ha sido un sueño que tuve hace mucho tiempo. Tenía ganas de contar la historia de un modo más romántico y personal. Creo que en estos momentos que vivimos todavía es más relevante contar esta historia del amor más puro. ¡Necesito emocionar al público!”, comenta el director.

Y añade:

“Hay muchos elementos que hacen esta versión diferente. Nunca estuve contento con algunos aspectos de las producciones más tradicionales, sobre todo el inicio y el final. Me parecía interesante revisar este clásico y tengo un equipo artístico de genios que me han empujado al máximo”.

La fuerza del amor

Apoyado en el libreto original de Jules Henry Vernoy y Theóphile Gautier, la renovada dramaturgia de Borja Ortiz de Gondra –profesional de reconocido prestigio con distinciones como el Premio Max a la Mejor Autoría Teatral por “Los Gondra” y el Premio Lope de Vega por “Los otros Gondra”– supone uno de los grandes alicientes de este estreno absoluto de temporada.

“Vamos a ver la misma historia que siempre ha contado el ballet “Giselle”: la de una joven campesina enamorada de un noble que, al descubrir que él la ha engañado, cae muerta, y la reunión imposible entre el espíritu de la muchacha fallecida y el hombre arrepentido de haberla engañado. Pero la acción se traslada del mundo germánico del original al del romanticismo español. Nos hemos inspirado en los viajeros extranjeros que descubrían España a mediados del siglo XIX y en el universo poético de Bécquer. La novedad es que hemos sumado al ballet clásico la poesía romántica y entre la música original se escucharán versos de Bécquer sobre amores desgraciados”, comenta el dramaturgo.

Y añade:

“Hemos incorporado elementos de la tradición española en la danza, como la escuela bolera. En definitiva, mostramos una mirada en clave española y romántica sobre el más clásico de los ballets blancos”.

La Orquesta Titular del Teatro de la Zarzuela –dirigida por César Álvarez– es la encargada de interpretar en directo la mítica música de Adolphe-Charles Adam que ha sido versionada para la ocasión por Joaquín de Luz y el director musical Óliver Díaz, aportando pura vida a las dos horas y media que dura este ballet en dos actos revisitado por la CND como un gran homenaje a la fuerza del amor y la fuerza de la danza venciendo a la muerte y la oscuridad.

Toda una oportunidad irrepetible para el público, pues “encontrará una unión de danza y poesía de una belleza arrebatadora que le conmoverá en este momento de oscuridad en que vivimos y saldrá del teatro reconfortado, pensando que el arte es la luz al final del túnel”, apunta Ortiz de Gondra.

Joaquín de Luz concluye:

“Vivimos en un tiempo de desconexión y creo que con esta “Giselle” y otras obras grandes lograremos emocionar al publico y que esté más presente. ¿Qué mejor que una historia donde el amor lo puede todo, incluso a la muerte, en estos tiempos…?”.

 

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