El Malandain Ballet de Biarritz pone su creatividad y su energía al servicio de una historia hecha de cenizas y de magia, a ratos trágica, a ratos cómica, que describe algo universal. Podrá verse entre el 3 y el 6 de abril en los Teatros del Canal.
Partiendo de una base de respeto hacia la dramaturgia del clásico y la partitura original de Prokofiev, el coreógrafo Thierry Malandain capitanea al gran Malandain Ballet de Biarritz y aporta su visión más personal. El espectáculo brilla con luz propia.
«Mi Cenicienta nace precisamente para “escapar a la negrura de las cosas demasiado reales”, como decía Massenet, para olvidar la humanidad que sangra, la ignorancia y la necedad humanas; en resumen: para intentar sublimar lo común. Al igual que Magifique o Roméo et Juliette, el espectáculo se ha organizado con pocos medios, es decir, sin cambiar de decorado, sin artificios, sin complicaciones, pero con gusto sin duda, gracias a la humanidad y la magia del cuento, al lujo de la música, y a la comicidad de las escenas burlescas que compensan los episodios oníricos o tristes. En resumen, hemos hecho todo lo posible por alejar a las nubes y “traer al mundo una estrella danzante”», ha dicho Thierry Malandain.