¡Estrenazo del día! Carme Portaceli dirige «La casa de los espíritus» en el Teatro Español. Tras ver truncado su estreno la temporada pasada, por fin llega la adaptación teatral de la novela que firma Anna Maria Ricart. Y lo hace con un elenco de altos vuelos: Jordi Collet, Carmen Conesa, Inma Cuevas, David Fernández ‘Fabu’, Francesc Garrido, Miranda Gas, Gabriela Flores, Borja Luna, Pilar Matas y Guillermo Serrano. l ambicioso montaje
Isabel Allende publicó en 1982 su primera novela sin imaginar que sería un auténtico éxito. Las aventuras y desventuras de cuatro generaciones de la familia Trueba en un país que atraviesa enormes cambios sociopolíticos que culminan en una dictadura devastadora ha atrapado a millones de lectores en todo el mundo.
Para mí lo importante es el paso del tiempo y en la importancia del paso del tiempo está el cambio de la gente y el cambio de las cosas. Una de las claves de la novela es el cambio de Esteban Trueba, cómo por amor se da cuenta de que hay cosas que no son como él dice y que no están bien y cómo cambia todo eso y cómo se unen estas dos familias…», nos ha contado Portaceli en esta entrevista.
Nívea, Clara, Blanca, Alba… Así arranca esta saga de mujeres llenas de luz que pueblan la mitad de la impresionante novela de Isabel Allende. La otra mitad son los Trueba. Dos familias, cuatro generaciones a lo largo de casi un siglo y un país que atraviesa enormes cambios sociopolíticos que culminan en una dictadura devastadora.
“Es una gran historia, una historia universal, la historia de todo un país, Chile, contada a través de las vicisitudes de una familia muy particular, donde el más allá y el más acá conviven de una manera muy natural y que con el paso del tiempo convulsionará, como el propio país, con la llegada de los militares al poder a través del golpe de estado perpetrado por los propios militares”, nos cuenta Jordi Collet, alter ego de Esteban García.
Una obra maestra
Una nieta encuentra los diarios de su abuela y comienza a escribir la historia de su familia. Alba –que hereda el pelo verde de su tía abuela Rosa y que, según Clara, matriarca misteriosa que predice las tragedias de la familia, su futuro se perfila como muy bueno– es la encargada de reconstruir una historia vertebrada por la tensión entre la memoria, las contradicciones, la violencia, pero también la reconciliación, el perdón y el amor.
“La obra nos enfrenta a las grandes contradicciones del ser humano, dando tanta importancia a los grandes temas y estructuras político-sociales y familiares como a las pequeñas y no tan pequeñas angustias, dudas, contradicciones más íntimas, personales, más individuales”, afirma Miranda Gas, que interpreta a Alba.
Y continúa:
“Sobrevuelan un sinfín de temas, porque es una obra de una gran complejidad. Con mucha dureza, pero al mismo tiempo con mucho sentido del humor, algunos de los muchos temas que trata son lo progresista versus lo conservador, el machismo, el lugar de la mujer, el peso de la religión en la sociedad…”.
Junto a Jordi Collet y Miranda Gas, Inma Cuevas, Francesc Garrido, Gabriela Flores, Pilar Matas, Carmen Conesa, David Fernández ‘Fabu’, Borja Luna y Guillermo Serrano.
La directora Carme Portaceli ha reunido un magnífico elenco en un montaje aparentemente sencillo y sin grandes artificios, más que la magia de la que son capaces sus actores.
“Esta esencialidad le da una gran fuerza al montaje. Va al tuétano de la historia. Permite que la emoción nos vaya impregnando y nos cale dentro. Otro de los puntos en los que Carme insiste es en no perder de vista el humor, porque hay mucho humor. Un humor inteligente y sutil”, dice Collet.
Callejones sin salida, conflictos políticos y personales, magia, amor, perdón, reconciliación, una historia enmarcada dentro del realismo mágico, pero más real y viva que ninguna.
“Nos invita a ver las cosas en general, la vida, la historia, con la mayor perspectiva posible, algo muy necesario siempre y hoy en día sobre todo. A pesar de la dureza y de la oscuridad de los hechos que narra la historia, es una obra de una gran belleza en la que prevalece la luz y el canto a la vida”, finaliza Gas.