«Mi niña, niña mía» llega al Teatro Español con Goizalde Núñez y Ángela Cremonte. Natalia Menéndez es la encargada de poner en escena este duro, luminoso y poético texto de Amaranta Osorio e Itziar Pascual. Podremos verlo del 6 de marzo al 7 de abril.
Dos mujeres, dos tiempos, dos historias unidas por la sangre. Una actriz judía que hace teatro con los niños en el campo de concentración de Terezin y una entomóloga que estudia las luciérnagas, que descubre de forma tardía que es una superviviente del Holocausto.
Dos luciérnagas que brillan en la oscuridad. Dos mujeres que brillan a pesar de todo. Queríamos compartir un proceso y sacudirnos la impotencia que sentíamos al ver lo que sucedía en el mundo. En el origen, la idea del teatro como luz, como foco de esperanza, en la inmensidad de lo oscuro y de los pesimismos presentes.
Sinopsis
El horror nos sacude porque se refiere a lo que hoy está pasando, porque sentimos que debemos ayudar, hacer algo, provocar la luz ante tanta oscuridad. Vemos imágenes de niños asustados, desorientados, hambrientos, con humo en la boca, sin zapatos, flotando en los mares, hacinados en trenes, huyendo en caminos, sin nada… y no sabemos qué hacer.
Asistimos al infierno en la tierra; ese infierno que nos recuerda la obra sobre lo que fueron los campos de concentración nazis, y en concreto, sobre las tinieblas que atravesaron unas mujeres en el campo de Terezin, abusos, violaciones… El dolor es atroz. Resistir, despertar las conciencias para que la maldad se pare. Se pare de una vez. Esperanza, ilusión, Paz, llámenlo como quieran, seguir en eso, en eso que se llama Amor. Resistir.
En paralelo, sucede la historia de una joven mujer que quiere saber quién es, le duele la oscuridad a la que se ve sumergida, entiende que debe aclararse, alumbrar su vida, encontrarse, quererse.
“Lo infinito limita la maldad” nos dicen las autoras de esta obra. Queremos creer en eso. Poner la luz en eso. Cuantas más luces, menos oscuridad. Un mundo habitado por luciérnagas. Ese es nuestro intento, nuestra necesidad y sentido de montar esta obra. Una obra que nos habla de mujeres que lucharon ante la perversión, ante el espanto.
Mujeres que se ayudaron con gestos pequeños. Gestos que salvaron vidas. Hoy, el montar esta obra, es ese gesto que entendemos necesario y que ojalá sirva, ayude, aporte luz.