Juana la loca fue una mujer que enfermó de celos y de amor, que luchó contra un sistema patriarcal que no solo sobresalía en el palacio, sino también en su alcoba. Hoy, la bestial interpretación del prestigioso actor y director argentino Nicolás Pérez Costa nos acerca ese trono y la oscuridad inherente que rodeó a Juana en sus últimos instantes de vida con este emocionante y poético monólogo lleno de belleza. Dirigido por el maestro Pepe Cibrián en una puesta en escena moderna y austera que muestra a una Juana visceral, tierna, desesperada y poderosa, podremos ver este espectáculo en los Teatros Luchana todos los jueves.
Con el actor hemos charlado y nos ha contado esto:
“Juana la loca” propone una experiencia teatral intensa para intentar descifrar el alma de este emblemático personaje de la historia. Se conjuga un texto exquisito del célebre autor y director argentino Pepe Cibrián y la interpretación y puesta en escena que, junto a Pepe, decidimos que sería la mejor y más atinada para acercar al público –de forma humana y vigente– a la mujer que hay mucho más allá de la reina.
En el último día de vida de Juana, en la soledad de su torre entre un trono viejo y la decadencia de sus vestiduras y joyas, los grandes momentos de su vida se le presentan como una catarata de emociones, vivencias, miedos, palabras que no fueron dichas y otras que le gustaría haber escuchado. No recuerda, revive. No es un monólogo, es una obra de siete personajes interpretada por un solo actor con una historia de celos, de incomprensión, de empoderamiento femenino, de amor, de poder… la historia de una mujer brillante y adelantada a su época.
El prestigioso actor y director argentino, dirigido por el gran referente de la escena, el maestro Pepe Cibrian, interpreta siete personajes con un vértigo y precisión tal que hace que esta pieza sea un tornado, un alud de poética y belleza. Una mujer que enfermó de celos y de amor, que luchó contra un sistema patriarcal que no solo sobresalía en el palacio… Sino también en su alcoba. Un trono y la oscuridad inherente que rodea a Juana en sus últimos instantes de vida. Una catarata de imágenes que necesitan ser revividas, un texto maravilloso que evoca a los grandes autores españoles; sus formas, imágenes y poética.