Beatriz Carvajal, Juan Gea, Jesús Castejón y Beatriz Arjona son los protagonistas de «Otra vida«, una tierna comedia escrita y dirigida por Oriol Tarrason sobre la amistad y las ganas de vivir que podremos ver del 3 al 27 de marzo en el Teatro Fernán Gómez.
Tiene setenta y cuatro años y se llama Marta. Pero a ella nunca le gustó ese nombre. A partir de hoy se llamará Solange. Decidida a cambiar de vida se dispone a convencer a Ernesto y Mateo, sus viejos y apáticos amigos, de que a los tres todavía les queda mucho por vivir. Las ganas de Solange por empezar una nueva vida acabará provocando un montón de situaciones absurdas y divertidas que transformará a nuestros protagonistas para siempre. Pero empezar otra vida no será tan fácil como ella cree.
Hemos charlado con sus protagonistas:
“Otra Vida” es, como se dice ahora, una ‘dramedia’. Tiene una parte dramática por el tipo de personajes que hay, pero luego es muy cómica, nos ha contado Beatriz Carvajal.
A lo que Jesús Castejón apostilla: Es una historia de esperanza, de poner un poco las cosas en su sitio, de que la vida no se acaba o uno deja de ser útil cuando los demás lo deciden. No, esta comedia habla de la amistad, de la posibilidad de ser feliz pasada una edad, de la posibilidad de tener otra vida y no la que quieren los demás que tengas. Ahora todo va en virtud de la juventud, la juventud es la que consume, la que vive, la que corre… y no es cierto, hay otra vida que ocurre después de los 50.
Una comedia sobre la amistad y las ganas de vivir que esconde mucho más…
Habla de todos los prejuicios como sociedad a envejecer, a volvernos invisibles al llegar a una edad, a ser una carga y al no derecho de disfrutar cuando tienes cierta edad. Antes vivíamos escuchando a nuestros mayores y ahora les damos la espalda más que tenderles la mano. Curioso cuando casi todos vamos a llegar a viejos, ¿no?, afirma Beatriz Arjona.
Y Juan Gea finaliza:
Habla de levantarse de la silla y seguir caminando en contraposición al abando-no y soledad a la que mucha gente se ve abocada, de esas ganas de vivir, de compartir, que a partir de un momento se pueden quedar dormidas porque nos hemos creído que es así. Habla de un ‘despertar’. De abrir la puerta y volver al camino que creíamos acabado, pero que está ahí. Y no está mal que también sea un aviso para navegantes.
En palabras de su autor
Cuando un bebé a pesar de sus esfuerzos no consigue expresar lo que quiere y gatea lento y vacilante, nos provoca admiración, risa y una paciencia infinita. Pero cuando uno de nuestros abuelos arrastra los pies con esfuerzo por el pasillo de casa y se le olvidan las palabras, esa paciencia infinita se convierte en desazón.Vivimos en un mundo fascinado por la juventud pues es descarada, arrogante, vital, bella y sin arrugas.
Cuando decidí escribir esta obra quise dar esa personalidad descarada, arrogante y vital a nuestro trío protagonista y me salió una comedia sobre la amistad y las ganas de vivir.
Otra vida está dedicada a mi abuela Consol que igual que la protagonista de la obra a los 70 años decidió llamarse Solange.
Estoy seguro de que si Solange pudiera volver a sentarse en la platea del teatro se reiría en silencio y con la boca cerrada para esconder la dentadura postiza como hacía cuando venían mis amigos a comer a casa