“Ha creado Alberto Conejero un juguete divertido y ameno, lleno de botones que pulsar y reclamos con los que sorprenderse (…) La dirección de actores es prodigiosa, afilada y precisa (…) Y el reparto está de categoría”. Es una de las primeras críticas recibidas por «Rinconete y Cortadillo», un divertido montaje escrito por Alberto Conejero para Rulo Pardo y Santiago Molero, Sexpeare, que se estrenó el pasado mes de enero en la inauguración del Festival de Teatro de Málaga y que a partir de mañana podrá verse también en los Teatros del Canal.
“Y les sucedieron cosas que piden más luenga escritura”, escribió Cervantes en una de las últimas líneas de Rinconete y Cortadillo…
Este final abierto, misterioso y provocador es el punto de partida de esta obra. ¿Qué ocurrió con Rinconete y Cortadillo después del éxito de esta novelita ejemplar? En esta puesta en escena, los verdaderos Pedro del Rincón y Diego Cortado quieren ajustar cuentas con Cervantes por haber publicado a sus espaldas un episodio fugaz de sus vidas pero que les ha condenado por siempre a responder a la imagen de pícaros. Un éxito de juventud del que nunca se pudieron recuperar. Como El Gordo y el Flaco o Los Pecos, Rinconete y Cortadillo están condenados a seguir juntos para sobrevivir. Pero quizá ahora ha llegado la ocasión de limpiar su nombre.
Rinconete y Cortadillo es una comedia sobre la picaresca, los niños prodigio, la amistad, la lucha entre la realidad y la ficción y sobre los parias con los que Cervantes dio paso a la modernidad.
Desde hace veinte años, la compañía Sexpeare, o lo que es lo mismo, Rulo Pardo y Santiago Molero, ha aportado al panorama teatral español un estilo propio, un punto de vista original, nuevo y atrevido con sus espectáculos, entre los que destacan “¡Qué pelo más guay!”, “H, el pequeño niño obeso quiere ser cineasta”, “For sale” o “Sin balas”