El Teatro Fernán Gómez presenta «Un delicado equilibrio«, de Edward Albee, con dirección de Nelson Valente y con Alicia Borrachero, Ben Temple, Manuela Velasco, Cristina de Inza, Anna Moliner y Joan Bentallé en el reparto. La obra, que se podrá ver del 4 al 28 de abril en el escenario de la Sala Guirau, es una reflexión sobre la incertidumbre en la sociedad contemporánea.
Esto nos han contado sus protagonistas:
Cristina: Albee, con este gran texto, nos invita a mirarnos en el espejo y enfrentarnos a nuestra propia oscuridad.
Joan: Nos enfrenta a nosotros mismos a nuestras miserias, a lo más oscuro de nosotros y a nuestro ego malentendido.
Alicia: Es una obra en la que se cuestiona el modelo familiar de la burguesía occidental. Se cuestiona esta estructura que hacemos de familia en ocasiones sin que haya mucho afecto, en otras sí, pero esta estructura que hacemos para no estar solos y para no quedarnos solos con nuestro vacío. Y todo esto contado con una situación en la que hay un humor ácido, un sarcasmo y una ironía importantes y bastante geniales por parte de Albee.
Ben: La obra es una tragedia en toda regla, y contiene toda la comedia negra de una buena tragedia. En palabras de Albee, la historia trata de personajes que eligen atravesar sus vidas a medias, y llegan al final con arrepentimiento y amargura, al darse cuenta de que no se han implicado en sus vidas todo lo que hubieran podido.
Anna: Cuando una obra está tan bien escrita es universal y te permite descubrir cosas nuevas cada día. A través de la historia de una familia (“las felices se parecen y las desgraciadas lo son cada una a su manera”) que ha sufrido una pérdida y que intenta sobrevivir a ella, el autor nos habla de nuestros miedos más profundos, del amor y del terror.
Manuela: De la obra os diría que es un gran texto –premio Pulitzer 1966– de uno de los dramaturgos estadounidenses más importantes del siglo XX y que ahonda en las relaciones personales. Plantea las relaciones como una cárcel, una rueda de hámster, una caverna de Platón en la que vivimos, en la que no somos felices y paradójicamente luchamos por seguir manteniendo. No queremos enfrentarnos a la verdad de nuestra infelicidad, insatisfacción, vacío, miedo. El clásico “más vale lo malo conocido…” o “más vale lo malo, si te une la sangre, que lo bueno si viene de fuera”. También os diría que os vais a encontrar con esos diálogos afilados, crueles, divertidísimos de Albee. Personas que beben y dejan de tener filtros, que se vuelven peligrosas en la palabra. Diálogos brillantes en su inhumanidad. Esa fiereza e impiedad que sentimos a veces hacia nuestros seres más queridos. Albee la deja salir, le pone palabras y resulta deliciosamente cruel y divertida. Y reveladora.