Teatros del Canal y el Teatro Real estrenan en España la ópera Orphée, de Philip Glass, nueva coproducción entre ambos teatros, que será el punto de partida de la Temporada 2022/2023 del Real y podrá verse en la Sala Roja de Canal entre el 21 y el 25 de septiembre.
Estrenada en 1993 en el American Repertory Theater de Cambridge, Massachusetts, basada en la película homónima de Jean Cocteau (1950) e inspirada en el mito de Orfeo, contará con dirección musical de Jordi Francés al frente de la Orquesta Titular del Teatro Real y de dos repartos de voces mayoritariamente españolas, con dirección de escena y figurines de Rafael R. Villalobos.
Se alternarán en la interpretación de los distintos papeles los barítonos Edward Nelson y Alejandro Sánchez, como Orfeo; las sopranos Sylvia Schwartz y Natalia Labourdette, Eurídice; las sopranos María Rey-Joly e Isabella Gaudí, en el rol de la princesa; los tenores Mikeldi Atxalandabaso e Igor Peral, Heurtebise; los tenores Pablo García-López y Emmanuel Faraldo, como Cégeste, el reportero y Glazier; la mezzosoprano Karina Demurova, Aglaonice; los bajos Cristian Díaz, el poeta, y David Sánchez, el juez.
Detrás de la trilogía fílmica de Jean Cocteau y de la triada operística que le dedica Philip Glass –Orphée, La Belle et la Bête y Les Enfants Terribles-, existe un pasado desgarrador que comparten ambos creadores. La muerte rondó la vida de Cocteau desde pequeño. El suicidio de su padre cuando tenía tan solo nueve años, la prematura partida de su amante -el joven poeta Raymond Radiguet a los veinte años-, o el aborto de su hijo con la actriz y modelo Natalie Paley, causado por el consumo de opiáceos, son sucesos que influenciaron la obra órfica de Cocteau, cuya representación indaga en “las sucesivas muertes que debe atravesar un poeta antes de transformarse en sí mismo”.
Cuatro décadas después del estreno de este filme legendario, la muerte de la artista multimedia Candy Jernigan, compañera de Philip Glass, impulsó al compositor norteamericano a emprender este doble homenaje, apropiando y transliterando las piezas cinematográficas en tres óperas profundas que reflexionan sobre la muerte y la transformación del individuo.
Orphée es una parábola de la vida de un poeta obsesionado consigo mismo y con la inmortalidad. En compañía de Heurtebise y una misteriosa princesa, los personajes transitan entre el mundo de los vivos y los muertos a través de espejos comunicantes, habitando un reino desconocido e intermedio entre ambas dimensiones. “Te entrego el secreto de los secretos: los espejos son las puertas por las que la muerte viene y va. Mírate toda tu vida en un espejo y verás la muerte afanándose como las abejas en una colmena transparente”.