Y es que una vez más, igual que en “Romeo y Julieta”, los personajes de “El gran teatro del mundo” se rebelan contra su autor. Los instigadores de esta pequeña revolución son Olga Margallo y Antonio Muñoz de Mesa, que han adaptado el texto de Calderón para el que es el primer montaje dirigido al público familiar de la Compañía Nacional de Teatro Clásico.
Por su cumpleaños la compañía de Calderón le regala a El Mundo “El gran teatro del mundo” y se la escenifican. Mientras la están actuando –”esa obrita, teatro dentro del teatro, nos la hemos inventado completamente y habla de la desigualdad”, explica Olga– irrumpe en escena una niña que hace de mensajero en la obra, que quiere cambiar los papeles y empieza a dar la vuelta a todo. Calderón se vuelve loco y los personajes empiezan a rebelarse.
Finalmente Calderón y El Mundo se despiden de la niña –”una marioneta gigante del tamaño de una niña de siete años, preciosa”–, que se llama Alma, y le dan las gracias por haber venido a hacer una pequeñita revolución.
Ocho actores –Antonio Muñoz de Mesa, Nines Hernández, Rosa Clara García, Víctor Ullate Roche, Celia Vergara, Víctor Gil/ Manuel Mata, Nuria Sánchez e Iván Villanueva– y cuatro músicos en directo dan vida a esta comedia musical con la que a Olga Margallo le encantaría “que el niño pensara ‘a mí me ha tocado una realidad, pero voy a intentar cambiarla’”. Una idea con la que está totalmente de acuerdo Víctor Ullate Roche: “Todos soñamos con eso, con que hay un mundo mejor después de todo y el cambio está en nuestras manos”.
Todos soñamos con eso, con que hay un mundo mejor después de todo y el cambio está en nuestras manos
