Tras el éxito de “1879. Casa de Muñecas”, Estudo Momento vuelve a demostrar su compromiso con el feminismo rescatando un clásico para seguir luchando por construir un futuro mejor. “1888. Señorita Julia” es una versión renovada y cinematográfica de la pieza de Strindberg que propone un juicio a Juan… La historia arranca cuando la Señorita Julia ya se ha suicidado y él está declarando ante unos interrogadores invisibles. Vemos entonces lo sucedido a través de su testimonio y de sus recuerdos, pero ¿qué es verdad?, ¿qué es mentira? Charlamos con sus protagonistas, Xoán C. Mejuto e Iria Ares. Desde el 16 de julio en el Teatro Lara.
Strindberg nos grita una verdad desde el pasado que nos sigue incomodando hoy: nos gusta juzgar a los demás. Esta sociedad premia la elocuencia y el lenguaje políticamente correcto. Strindberg nos arroja verdades insoportables desde… el silencio. Siempre será un autor incómodo y eternamente actual, nos ha contado Iria Ares.
Y Xoan Carlos Mejuto nos habla un poquito más de la versión que proponen:
¿Realmente se suicidó la Señorita? Mi versión propone un juicio a Juan. Un juicio al propio autor. La idea parte de una intuición que tuve como actor: Juan miente; y es alimentada por la visión cinematográfica de mi compañera Iria Ares, actriz y directora de cine. La acción empieza en una mesa de interrogatorio, Juan está declarando y una serie de flashbacks aportan un dinamismo escénico que no tiene el texto original. El enfoque artístico es la desarticulación del concepto mismo de verdad.
Sinopsis
La señorita Julia aparece muerta en la cocina de la casa de su padre, el Conde. Todo apunta a que se suicidó con una navaja de afeitar que pertenecía a Juan, criado predilecto de la casa. Durante el interrogatorio, se convierte en sospechoso de asesinato al desvelarse que él y la señorita compartieron bebida y confidencias, e incluso, llegaron a consumar un acto sexual consentido e incitado por la propia señorita.
Los hechos, sucedieron durante la mágica y sensual Noche de San Juan. El criado, único testigo, no puede explicar por qué tiene las manos y la ropa totalmente cubiertas de sangre. Para justificarse, contará diferentes versiones sobre la extraña relación de amistad, sexo y amor que compartieron juntos.
Sobre el montaje
La versión del clásico de August Strindberg a cargo de Xoán C. Mejuto propone un juicio a Juan. Un juicio al propio autor. La idea parte de una intuición de actor: Juan miente; y es apoyada por la visión cinematográfica de Iria Ares, actriz y directora de cine. Las aportaciones de ambos confieren al montaje una visión más cinematográfica e innovadora, enfocada en el campo del “thriller” actual. La acción empieza en una mesa de interrogatorio, con Juan declarando en tiempo presente, y salta constantemente a una serie de flashbacks, -algunos de ellos “mentirosos”-, que aportan un dinamismo escénico que no tiene el texto original. El intento artístico es la desarticulación del concepto mismo de verdad.
Juzgar unos hechos nos sirve única y exclusivamente para cerrar una historia que restablezca el equilibrio. Pero algunas historias no pueden cerrarse nunca y es entonces, cuando la existencia se hace, para muchos, insoportable.