Xus de la Cruz dialoga con «La discreta enamorada» en «Recatadas S.L. (El arte de mirar al suelo)»

A partir de “La discreta enamorada”, Xus de la Cruz –“La cofradía de las invisibles”, “Atentado”, “Carta de ajuste”, “Mala espina”…– firma y dirige «Recatadas S.L. (El arte de mirar al suelo)«, este diálogo contemporáneo en el que reta, provoca, se enfrenta y se opone a los condicionamientos sociales o la afectividad normativa impuesta a las mujeres. Sus protagonistas encuentran en la obra de Lope un aliento para sanar sus cuellos dislocados, acostumbrados a inclinarse hasta el pavimento, nacerá entonces la palabra insurrecta…

Lo veremos en el Teatro de la Comedia del 2 al 19 de noviembre con Yolanda de la Hoz, Silvana Navas y Pedro G. de las Heras, sobre las tablas.

Hemos charlado con la creadora:

Es un acto teatral personal y político que parte desde el amor absoluto hacia la obra de Lope y sus palabras. Transita un camino que reclama el derecho a negar la norma, a apropiarse de la rabia y de la ira como fuerzas transformadoras que nos han sido negadas de manera histórica y pueden servir de acicates para reflexionar sobre el poder político que tiene el amor.

En lo literal son dos muñecas regionales y un autómata. Los tres gozan de múltiples personalidades que oscilan entre personajes de La discreta enamorada, de Tarantino, de Alan Moore, de Marvel. Además, estas maravillosas actrices y estupendo actor encarnan otros tres personajes que representan de manera grotesca “las fuerzas vivas” del patriarcado: la religión, el estado y el culto a una estética normativa.

Recatadas S. L. El arte de mirar al suelo nos muestra un paisaje donde las protagonistas que lo habitan legitiman su deseo frente a los condicionamientos sociales o la afectividad normativa impuesta a las mujeres.

Nuestras protagonistas contemporáneas encuentran en la obra de Lope un aliento que podrá sanar sus cuellos dislocados, acostumbrados a inclinarse hasta el pavimento.

Nacerá entonces la palabra insurrecta, el cuerpo amotinado, el deseo insubordinado que las germina y nos susurra: «Yo, aun con el cuello ya partido, no puedo dejar de mirar al cielo. Si la discreción es mirar al suelo, dame un cielo que contemplar. Llámame indiscreta, dime lo que quieras…, pero mirar al suelo es agachar la cabeza… No es de mí, no es en mí, sino en el ahora donde podemos buscar la indiscreción de la felicidad».

Un grito multiplicado

Recatadas S. L. es una vereda de ida y vuelta. Es un sendero que llega a La discreta enamorada atravesando paisajes que, en el fragor de la marcha, en la velocidad del viaje, creímos dejar atrás. Sin embargo, en el camino de vuelta, nos damos cuenta de que no atravesamos de nuevo esos paisajes, sino que son esos paisajes los que nos atraviesan a nosotras porque no quedaron atrás; nos acompañan y nos surcan para devolvernos al punto de partida, el hoy. Un hoy en el que, al igual que Fenisa, nos seguimos preguntando: «más yo, ¿por qué he de mirar al suelo?».

Un hoy en el que la pregunta se transforma en un grito multiplicado que atraviesa la garganta de miles de mujeres a lo largo y ancho del planeta. Un viento que llega hasta la ficción y dibuja un lugar: una fábrica de muñecas abandonada. Un viento que se convierte en clamor dentro de dos personajes coloreados con tinta grotesca: la Muñeca del Norte y la Muñeca del Sur. Personajes que, como los de Lope, subvierten los mandatos hegemónicos fingiendo amoldarse a ellos para intentar lograr su objetivo: ser libres.

Hasta que ese clamor deviene en rugido ante el automatismo de la injusticia, ante el mandato cíclico que se instala en sus pechos en forma de maraña, de nudo, de desasosiego. Un rugido que se torna estrépito y libera a las otras, a las que las conforman más allá de sus cuerpos de porcelana, a las que llevan dentro como parte de su composición: Fenisa, Gerarda, Kiddo, Miu… Todas ellas brotan como parpadeos en una escena que las acoge como una colectividad disyuntiva de mujeres que reclaman legitimar la expresión de su deseo y de su ira como fuerzas transformadoras en continua oposición ante lo que Amelia Valcárcel llama la «ley del agrado».

Recatadas S. L. es un collage, un puzle conformado por las palabras cómicas de Lope, que han sido retorcidas para lograr la deformidad, convertirse en coreografía, en personajes siniestros, en aparte y en un juego de espejos que acerca al público a la palabra del actor y la actriz al desnudo. Gracias a Yolanda de la Hoz y a Silvana Navas por compartir su inspiración infinita. Gracias a Pedro G. de las Heras por su entrega y su saber y gracias a Sara G. Pereda, Igone Teso, Rubén Martín y Ricardo Márquez porque ellas y ellos son el alma, el fondo y la forma de este cruce de caminos entre «las discretas» de Lope y nuestras «recatadas». Gracias a toda la Compañía Nacional de Teatro Clásico por su confianza, por albergar este atrevimiento, por su amor y por gritar con nosotras al unísono: «MAS YO, ¿POR QUÉ HE DE MIRAR AL SUELO?».

Xus de la Cruz

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