Tras el éxito de «María Luisa«, se estrena la segunda producción de un texto de Juan Mayorga como director y autor desde que se pone al frente de la dirección artística de la Fundación Teatro de La Abadía. «La colección«, que podrá verse del 14 de marzo al 21 de abril, presenta una función más compleja donde las palabras siguen teniendo un valor importante. La obra parte de la lectura de una noticia, en la que un matrimonio de coleccionistas se preguntaba qué pasaría con su colección cuando ellos ya no estuvieran. En esta ocasión, contará con dos actores emblemáticos de la escena teatral como son Ana Marzoa y José Sacristán. Junto a ellos, Zaira Montes e Ignacio Jiménez.
Héctor y Berna son un matrimonio sin hijos, y a lo largo de su vida han reunido una colección a la que sacrificaron todo lo demás. Ahora, ancianos, quieren asegurarse de que su colección los sobreviva, para lo que buscan un heredero. Han convocado a Susana, coleccionista a su vez, acaso para examinarla. Los acompaña Carlos, quizá un examinador, o una pieza de la colección. La colección es una obra sobre el matrimonio, sobre el paso del tiempo y sobre la misteriosa relación entre las personas y los objetos.
Hemos charlado con sus protagonistas:
Ana: Habla sobre una colección misteriosa, no se sabe bien qué objetos hay, de una pareja que entra en la vejez sin hijos. Y plantea el problema de encontrar un heredero para que todo eso perdure, perviva. Alrededor de eso gira la trama, de las ambiciones, de qué sentido tiene acumular o coleccionar cosas, de quién va a quedarse con ellas, de si tendrán más vida…
Ignacio: “La colección” son muchas cosas, entre ellas la que más me resuena son las elecciones que tomas en la vida, las apuestas que tomas para conseguir algo y los límites que puedes llegar a cruzar.
Zaira: «La Colección» es una obra que tiene muchas lecturas. Se habla del legado, del paso del tiempo, de las palabras, de la ambición, pero también de la necesidad de pasarnos el testigo de unos a otros, custodiando algo “más grande que nosotros mismos” aunque eso suponga renunciar a lo que más amamos.
José: Somos un poco la consecuencia de lo que han sido otros, del testimonio que han dejado a lo largo de la historia, de objetos, no solo obras de arte, sonidos, luces, sombras, pensamientos, palabras… que se quedan por aquí. Y cuando desaparecemos, ¿dónde va a parar todo eso? ¿Quién recibe todo eso?