Y Fernando VII resucitó… Vuelve «Trágala, trágala…»

Antes de que vote en las próximas elecciones y tome una decisión importante para su país, afile su sentido crítico y, de paso, por qué no, ríase a carcajadas. Tras su estreno en marzo en el Teatro Español, llega a la Plaza Tirso de Molina esta disparatada farsa contemporánea escrita por Íñigo Ramírez de Haro, dirigida por Juan Ramos Toro, de Yllana, y protagonizada por un divertido Fernando Albizu. Y no desespere, recuerde que la historia siempre se repite, sobre todo cuando se olvida…

FERNANDO VII SE LEVANTA de su tumba y se encuentra con una Hacienda en crisis, corrupción generalizada, revoluciones sociales, Cataluña independizándose, un ateísmo creciente y la Monarquía tambaleándose… En fin, lo de siempre, ¡la ingobernabilidad de España! ¿Y ahora qué?

España es un sainete

“Es un espectáculo provocador, audaz, in-teligente, histórico… En el que nos podemos mirar. La mayoría de los espectadores se verán reflejados en él. Exceptuando algún político, monarca o alguno de los presos imputados en las tramas corruptas que venimos conociendo de un tiempo a esta parte”, nos cuenta divertido Juan Ramos Toro, integrante de la compañía Yllana y director de este espectáculo ideado por la afilada pluma de Íñigo Ramírez de Haro.

Con más de 500 políticos imputados en España, 250.000 jóvenes que han tenido que marcharse al extranjero y casi cinco millones de parados dicen las malas lenguas que muchas veces la solución está en la Historia… que siempre, siempre se repite.

Por eso este recién resucitado Fernando VII –interpretado por Fernando Albizu– viene a contarnos a nosotros, ciudadanos del siglo XXI, “que no somos capaces de evolucionar absolutamente nada. Somos envidiosos y propensos a rebajarnos a los más ocultos instintos por tener mejor coche que el vecino”, afirma Ramos. Jorge Machín, Ramón Merlo, Luis Mottola, Balbino Lacosta, Joshean Mau-león, Manuel Maestro, Ana Cerdeiriña y Paula Iwasaki completan el reparto de este sainete cuyas composiciones musicales firman los siempre irreverentes chicos de Ron Lalá que, si no levanta ampollas, sí va a provocar cierto ‘dolor’ “de culo por sentirnos demasiado incómodos en la butaca”, finaliza el director, y añade: “los espectadores salen enfadados, orgullosos, contentos, horrori-zados, encantados… Pero no indiferentes”.

La crítica ha dicho…

“Un montaje de vocación regeneradora con momentos descacharrantes, atrevidas escenas políticamente incorrectas e ingeniosos diálogos sobre los tópicos oscuros de España”, ABC.

“Íñigo Ramírez de Haro ha acertado al condensar en el absolutismo del rey Felón la tendencia al servilismo, por no decir su naturaleza, del pueblo español. También es evidente que la presencia de Yllana (Ramos Toro) y de Ron Lalá en esta función, no es testimonial sino determinante”, El País.

“Delicioso sainete musical valleinclanesco de Íñigo López de Haro sobre nuestra historia más reciente”, Diario Crítico.

 

 

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