Decía Ionesco que antes de escribir “La cantante calva” no quería convertirse en un autor teatral, sino que lo que quería era aprender inglés. ¿Cómo les va a ustedes con la lengua de Shakespeare? ¿Ya la dominan o aún les domina ella?
(Risas). La verdad es que una lengua universal de la que habla Ionesco, no es exactamente inglés, sino que es lo que hablamos todo y digamos la huida del vacío existencial. Es que es así, ellos eran existencialistas y un poco se trata de eso. No es tanto una lengua en concreto, como cómo manejamos el lenguaje y el hecho de hablar.
Lejos de lo que parece, en esta historia no aparece ninguna cantante, ni calva ni no calva. ¿Qué es entonces “La cantante calva”?
No es fácil (risas). Yo diría una pirueta que hace Ionesco para ver quiénes somos, qué somos, para hacerse las preguntas más importantes que se hace el hombre, pero es una pirueta.
Aunque al parecer al principio los críticos no daban un duro por Ionesco, la obra se convirtió en obra culmen del teatro del siglo XX y una de las más representativas del teatro del absurdo. ¿Por qué, cuáles son los ingredientes de este éxito?
Carácter universal, además se hace en un momento determinado puede permanecer en el tiempo… Y no hemos avanzado nada, sinceramente (risas). Lo que vivió el público en ese momento es lo que nosotros podemos vivir y sufrir en este momento histórico. Y más ahora, donde lo verbal es tan vacuo.
Que hay siete días de la semana o que abajo está el suelo y arriba el techo… Ionesco pretendía comunicar a sus contemporáneos las verdades esenciales reveladas por un manual de inglés, pero ¿qué se esconde detrás de este absurdo? ¿De qué nos habla en realidad?
Él utiliza eso como un juego para que a través del humor lleguemos a un calado mucho más tremendo y trágico. Seguramente si esto lo hubiera hecho como una tragedia, es una cosa que digo siempre, que es verdad, al público cuando se le pone una comedia delante está abierto le cuentes lo que le cuentes, el drama que sea. Y ante una tragedia nos vamos a proteger siempre. Entonces él con una gran inteligencia y con una gran ironía lo que presenta es un juego y nos está metiendo lo más grande, a ver si nos damos cuenta de lo que estamos haciendo.
Háblenos de su personaje: quién es y cómo es, cómo lo definiría.
La Señora Smith… Es una manera de trabajar diferente, no es una manera de trabajar como solemos hacer los actores hoy en día con la psicología del personaje… Uy, cómo empieces con la psicología del personaje te has perdido. Tanto la Señora Smith como el resto es un poco el trabajo de un clown donde no hay un antes, no hay una psicología, es la acción, pura y dura, la acción y la reacción a lo que está pasando en el momento presente. Nosotros sí que hemos trabajado toda la filosofía de Ionesco, pero no se ha hecho un trabajo al uso, porque no puedes hacerlo, te pierdes.
¿Cuál podría ser una de las frases o de los momentos más disparatados o absurdos de la obra?
¡Tiene tantos! Este que voy a decirte sí que hace una crítica a la burguesía del momento y a un querer pero no poder actual también. Ella dice: «Aquí no solemos tener esas cosas, en las afueras de Londres» refiriéndose a un alimento así como más popular. Es como ahora hacemos, uno se aferra a convencionalismos, a maneras de ser, a estatus, a todo para creernos que somos alguien.
Dennos una buena razón por la que no debemos perdernos “La cantante calva”
Porque te vas a tirar al suelo de risa. Es un texto maravilloso, sorprendente y el montaje que ha hecho Luis es muy atrevido. Tiene elementos muy osados. Es divertido ver este tipo de teatro, lo hacemos con toda la pasión y toda la ilusión porque es verdad que ha sido un proceso de ensayos maravilloso y a ver qué os parece.