Amparo Larrañaga y Jordi Galceran – FitzRoy

Cuatro escaladoras están a media ascensión del Fitz Roy, una montaña situada entre Argentina y Chile y una de las vías de escalada más complicadas del mundo, nunca alcanzada por una cordada femenina. El mal tiempo las ha detenido y, mientras esperan que las condiciones mejoren, resguardadas en un saliente de la roca, surgen problemas inesperados… Continuar significaría asumir riesgos que pueden poner en peligro sus vidas; rendirse, renunciar a la posibilidad de alcanzar un hito que quizás nunca podrán repetir. Charlamos con dos bestias del oficio, Amparo Larrañaga y Jordi Galceran, protagonista y autor de esta historia emocionante, divertida y cargada de humanidad que, tras triunfar en Barcelona, llega a Madrid dirigida por Sergi Belbel y coprotagonizada por Ruth Díaz, Cecilia Solaguren y Anna Carreño. Desde el 10 de enero de 2025. Por VANESSA RAMIRO.

¿Amparo Larrañaga y Jordi Galceran practican la escalada? Últimamente parece que se ha puesto de moda…

Jordi Galceran: Para nada. Pero siempre me han impresionado las personas que se lo juegan todo para conseguir retos que, en principio, no parecerían necesarios.

Amparo Larrañaga: Los deportes se ponen de moda y van saliendo nuevos, fitboxing, crossfit, barre, senderismo, cross cycle…, de pronto se pone muy de moda el yogui… Yo no los practico, yo gimnasio, nadar y poco más. Deportes al aire libre y que conlleven cierto riesgo de ninguna de las maneras (risas).

¿Y cómo acaban subiendo al Fitz Roy?  

Amparo: Esas historias donde solo hay mujeres me encantan y me gustó lo que pasaba entre ellas y, sobre todo, cómo está escrita, con ese humor que tiene Jordi. Me pareció fascinante contar una historia de cuatro mujeres que están en un cortado esperando una ventana de buen tiempo para poder subir una vía muy complicada y estar ahí, casi como en el salón de su casa, hablando de sus cosas.

Jordi: La escalada era un buen ejemplo de esa voluntad humana de alcanzar objetivos muy complicados por el simple orgullo de haberlos logrado. El libro Guinness de los récords es un catálogo de ellos.

¿Ustedes son de los que piensan que merece la pena jugársela para conseguir unos objetivos? ¿Dónde ponen el límite?   

Jordi: Precisamente porque no soy una persona muy audaz, admiro a aquellos que lo son. Este tipo de personas, en todos los ámbitos, los que intentan ir siempre más allá, son los que nos hacen avanzar.

Amparo: Yo eso de conseguir objetivos como el Guinness y esas historias no. Tampoco comparto mucho este tipo de pasiones de decir ha arriesgado la vida, ha subido a una montaña, hago una foto y me bajo. No quiero compararlo, ni mucho menos, con esas cosas que se hacen ahora de me lanzo a una piscina desde un balcón para una foto de Instagram o me voy a poner en bikini en el Everest. No quiero decir que sea lo mismo, pero me cuesta entender esto. Podemos jugárnosla para conseguir algunos objetivos, pero los míos son más terrenales. Yo pongo el límite ahí. En el me estoy jugando la vida.

Tras el éxito en Barcelona, estrenan en Madrid “FitzRoy”. ¿Qué esconde la aventura de estas mujeres?

Jordi: Ellas quieren ser la primera cordada femenina que consiga esta ascensión. Mientras esperan que el tiempo amaine y puedan iniciar la parte final, surgen proble-mas inesperados y deben replantearse si vale la pena continuar o, por el contrario, se rinden. En esa situación límite, a muchos metros de altura, cuestiones que en tierra se resolverían de otra forma, toman una trascendencia distinta.

Amparo: La aventura es esa, quieren hacer algo que no ha hecho nadie. Y son mujeres que cada una tiene su conflicto, su vida, su historia, les están pasando cosas a todas, menos a mi personaje, a la que no le pasa absolutamente nada. Todo lo que tiene “FitzRoy” lo cuenta, el conflicto de cada una, los conflictos que surgen entre ellas, la solidaridad, la ambición de querer llegar allá arriba o el no gustarte perder.

No es lo más habitual que una obra esté protagonizada solo por mujeres.

Amparo: Es verdad que normalmente se combinan hombres, mujeres, mujeres y hombres, pero el teatro siempre ha sido muy generoso con las mujeres, más que el cine o la televisión. No es tan dictatorial con respecto a la edad, la belleza, etc. Exige talento, exige dedicación y otras cosas que son preciosas.

¿La obra hubiese sido la misma si los protagonistas hubiesen sido hombres?

Jordi: Yo quería que el reto fuera mayúsculo y cuando, hablando con escaladores, decidimos que el Fitz Roy, esa montaña de la Patagonia, era ideal para situar la función y no les sonaba que ninguna cordada femenina la hubiera conseguido, ya tuve mi reto. Mis personajes serían todas mujeres. Por supuesto, la obra sería distinta si hubiera escogido una cordada masculina, pero no mucho, solo un poco distinta.

¿Qué diría de Jordi Galceran, Amparo?

Amparo: Jordi me gusta mucho. La prueba es que, como empresa, hemos hecho muchas cosas de él. He interpretado “Fuga”, la versión que hizo de “El nombre”, se ha hecho “Burundanga”, “El crédito”, “Cancún”, ahora “FitzRoy”, “El método Grönholm”. Jordi escribe de puta madre, es un grandísimo autor de teatro, maneja el humor como nadie y es hiperinteligente.

Aparte de guiones de cine o TV, desde “El crédito” en 2013 no firmaba una obra de teatro. ¿El Jordi Galceran dramaturgo es muy exigente o el éxito es una losa?

Jordi: Siempre he pensado que para escribir una buena comedia necesitas partir de una buena idea. Algo que sea especial. A medida que pasan los años, cada vez es más difícil encontrar esas ideas. Tienes la sensación de que todo está ya contado. Solo de vez en cuando, y puede pasar mucho tiempo, se te ocurre algo que suena bien.

¿Quiénes son los personajes? 

Jordi: Cuatro mujeres intrépidas que se han unido para conseguir un reto impresionante. Son seres humanos, con sus sentimientos, sus debilidades y sus defectos, pero son escaladoras y hoy, en la montaña, deberán decidir qué cantidad de riesgo están dispuestas a asumir.

Una de esas mujeres es Cati…

Amparo: Cati es una psicóloga, escribe libros de autoayuda por encargo, hace cursos de motivación personal para empresas, pero es muy cínica y no cree mucho en todo esto. Cree más en la psicología. No tiene conflicto personal con nada, vive por y para ella y eso la convierte en una persona bastante egoísta, cínica, cómica en algunos momentos, no le importa hacer lo que tenga que hacer y vender a quien tenga que vender con tal de no perder. Pero acabas queriéndola porque todo está escrito con gran inteligencia para que sea un personaje que tiene mucho humor.

Y con “FitzRoy” vuelve el celebrado tándem Jordi Galceran-Sergi Belbel –“Paraules encadenades”, “Turisme rural”, “El mètode Grönholm”, “El crèdit”–.  

Jordi: Sergi Belbel, quizás porque también es autor, es uno de los mejores directores de teatro de texto, y tengo el privilegio de que algunas de mis comedias le han gustado lo suficiente como para dirigirlas. Como siempre, él respeta absolutamente mi trabajo, el texto, y yo respeto absolutamente el suyo, la dirección.

¿Cómo es trabajar con Sergi Belbel?

Amparo: Yo lo adoro. La combinación de Galceran y Sergi Belbel, y no me quiero olvidar de la inestimable ayuda que tiene Sergi con Cristina Clemente, es una bomba de relojería. Me encanta trabajar con Sergi. Es muy divertido, muy inteligen-te y dirige fenomenal. Sabe perfectamente cómo es cada personaje y es maravilloso.

Y en escena también Ruth Díaz, Cecilia Solaguren y Anna Carreño. 

Amparo: Con Ruth Díaz había trabajado ya y me parece una de las mejores actrices que hay. Transmite el dolor como nadie, es espectacular. A Cecilia Solaguren no la conocía, pero creo que no hay una sola persona de la profesión que haya trabajado con ella que no la adore y hable de ella maravillosamente. Además, es una actriz espléndida, espectacular. Y el descubrimiento, el gran regalo es Ana Carreño. Ha sido una apuesta de Sergi y yo ya el primer día cuando llegó y la escuché leer dije “Madre mía, qué suerte hemos tenido. Esta niña es un regalo”. Estoy feliz, nos lo pasamos en grande. El teatro es una carrera de fondo, ojo, pero enseguida se ve cómo es cada persona.

“Cuatro mujeres al límite” es el subtítulo de una obra que confronta ambiciones y rivalidades con solidaridad, unión… ¿El teatro es la receta para entendernos?  

Jordi: El teatro solo sirve para vivir otras vidas. Y sí, a menudo, el hecho de ver cómo otras personas se enfrentan a dilemas y cómo los resuelven, puede ser inspirador. La mayoría de nosotros nunca estaremos en la situación en la que están estas cuatro mujeres, pero su actitud y sus decisiones pueden inspirarnos. Y si no se llega a tanto, por lo menos les aseguro que pasarán un muy buen rato con la comedia.

Amparo: Ojalá el teatro fuera la receta para entendernos. Ojalá el teatro volviera a ser popular. Ojalá el teatro fuera otra vez una opción para los actores, que parece que hacen teatro cuando no tienen otras cosas. Nos ha costado mucho hacer este reparto y me ha dado mucha pena.

Teatro Maravillas Meléndez – Nº Enero 2025

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