¿Qué es “Hoy: El diario de Adán y Eva”?
Noventa minutos de magia, de un texto tan bello, que te permite pensar mientras sientes.
Háblenos de sus personajes…
Interpreto a Catalina, una actriz radiofónica en los años 60 llena de sensibilidad y amor por las palabras, una mujer de las que nos abrieron camino a las de hoy. A su vez, Catalina interpreta a Eva, puesto que el espectador asiste a una representación radiofónica. Y también interpretó a Manuela, una periodista de la SER que hoy tiene un entrevistado muy especial para ella…
¿Cómo definiría Ana Milán la palabra amor?
Como el todo, como el camino, como lo eterno, como el gran motivo, como el gran combustible. Siempre y cuando hablemos de amor y no de tantas cosas que se le parecen…
¿Qué le produce respirar el trabajo de su compañero Fernando Guillén Cuervo en la escena de “Hoy: El diario de Adán y Eva”?
Fernando es brillante. Ver su transformación en escena es tener ante tus ojos efectos especiales. A menudo el público se levanta en el aplauso y yo siempre le digo que nos aplauden a los dos, pero se levantan por él (risas). ¡A mí, después de casi dos años de gira, me sigue emocionando!
Uno de los momentos más especiales de la obra se produce cuando…
A mí me gusta mucho cuando Eva se da cuenta de que siente algo por Adán, pero hay un baile entre dos de los personajes, algo ìntimo y bellísimo, que es muy emotivo.
¿Por qué nadie debería perderse esta función?
Porque te pone el contador del corazón a cero, porque te pone a bien con la vida, porque sublima el amor y nos hace darnos cuenta de muchas cosas bellas.
Usted es una artista querida y popular por multitud de trabajos televisivos como “Física o química”, “Camera Café”, “CQC”, etc. ¿Recuerda alguna anécdota divertida?
¡’Ufff’, he tenido miles! ¡¡”Camera” era un despropósito!! (risas). Teníamos que hacer grandes esfuerzos para poder grabar porque nos moríamos de risa con algunos capítulos. Y en “FoQ” tres cuartos de lo mismo… ¡Tengo un trabajo maravilloso!
El teatro es otro de sus ‘campos de acción’ y, además, tiene una productora propia junto a Fernando –Un cuervo en Milán–. ¿Qué significa para usted este otro medio y qué le aporta actualmente?
El teatro es salir a torear, no puedes cortar, estás ahí, frente al público, con su corazón y su cerebro en tus manos. Es mucha responsabilidad y no le puedes fallar.
Una gran ilusión profesional por cumplir:
Rodar a las órdenes de Campanella, de Banderas –me encanta como director–, de Alberto Rodríguez, de Daniel Monzón o compartir trama con Darín, con Tosar, con Raúl Arévalo, con Javier Bardem, con Adriana Ozores, con Candela Peña, con Javier Cámara, con… ¿Sigo? (risas). ¡¡Podría llenarte la revista entera!!
¿Y una personal?
Tengo ganas de tener una casa frente al mar y dedicarle un poco más de tiempo a mi familia, pero esto ya es por poner la guinda, porque tengo la vida que siempre soñé junto a quien soñé.