En una sola frase: ¿qué es “Lastres”?
Una comedia salvaje.
¿Cómo es su personaje?
Concha es una mujer peculiar que se ha quedado un poco estancada en su adolescencia. Dice todo lo que se le pasa por la cabeza, es egoísta, puede ser muy cruel… como los niños. ¡Está un poco sin domesticar!
¿Cuál es el lastre personal de Concha?
Más que ella, el lastre son las tres –¡nunca mejor dicho!– en conjunto. Son las amigas de la infancia que se reencuentran para poner las cosas en su sitio y siempre hay cosas que no se superan, tanto a nivel personal como entre ellas.
¿Arrastra Anabel Alonso algún lastre de la infancia?
¡Pero cómo no! (risas). Hombre, intentamos vivir con ellos, pero en cuanto te pones a rascar un poco hay muchas cosas, muchas inseguridades, que las vas tratando, pero que están ahí… Ahora bien, ¡en esta revista no pienso descubrirlas! (risas).
Se podría hacer un libreto con su CV, pero lo primero fue “La bola de Cristal”, con Alaska, en 1987. ¿Qué hacía ahí?, ¿imaginaba entonces un futuro tan prometedor?
Hacía sketches cómicos con un grupo llamado La traca, en San Sebastián, tipo cine mudo, sin sonido, con cámara acelerada. ¡Y por supuesto que no imaginaba que a estas alturas iba a seguir aquí! Iba con seis meses de trabajo y después la nada. Ni en el mejor de mis sueños me iba a encontrar yo aquí, pero Madrid es la ciudad de las oportunidades y uno tiene que lanzarse, arriesgarse.
Y ya no está dispuesta a irse…
¡Nunca digas nunca jamás! Pero sí, yo me siento de Madrid. Por supuesto tengo mi cuadrilla y mis raíces allí, pero yo creo que ya… ¡De Madrid al cielo!
Si algo le caracteriza, es su faceta cómica. ¿Es así en lo personal también, de no poder parar de hacer reír?
Un poco sí, ¡me viene del ADN! Ya de pequeña era un poco payasa, lo que pasa es que lo he podido canalizar, pero sí, tiro mucho del humor en la vida.
Y a usted, ¿quién le hace reír?
Buster Keaton, los hermanos Marx, el humor de “Modern family” y del humor patrio hay mucho Berlanga, en “7 vidas” me reía mucho…
Hablando de “7 vidas”, ¿cómo recuerda aquella época?
Fueron seis años de mi vida y una etapa maravillosa. Compartí camerinos con Carmen Machi, Javier Cámara, Willy Toledo, Blanca Portillo, Santi Millán, Florentino… Si es que, mires donde mires, dices: ¡Dios mío, qué bueno! Considero que no se ha hecho una ‘sitcom’ mejor.
¿Estaría dispuesta a volver?
¡¡¡De cabeza!!!
Ese papel con el que sueña y que aún no ha hecho…
¡Afortunadamente hay muchos! No he hecho revista, ni Shakespeare, ni verso, ni tragedia, ni Lady Macbeth…
El único motivo que le haría renunciar a su profesión es…
Por perder la chispa, la ilusión.
Proyectos presentes y futuros:
¡El inminente es “Lastres”! Estrenamos en Alicante y en Valencia y, el día 13, en Madrid. También hay cosas por ahí en TV, pero hay que ver un poco cómo respira todo.
Si algo caracteriza a su personaje, es…
¡Que no tiene filtros! Concha siempre dice todo lo que piensa.
¿Cuáles son los lastres que arrastran estas tres amigas?
Esas cosas no superadas, no dichas, esos complejos que tenía en la infancia cada una de ellas y todos los reproches que se hacen.
¿Cómo es trabajar con Marta y Ana?
Estupendo. Somos tres mujeres muy muy muy distintas, lo que hace que nos complementemos. Nos aportamos mucho, nos compensamos muy bien, tanto a nivel personal como profesional.
Se desenvuelve muy bien en todos los medios escénicos, pero ¿cuál le llena más?
Tengo mucha debilidad por la TV, tanto de presentadora como de actriz, pero el teatro lo necesito. El cine me gusta, pero no he tenido personajes tan jugosos.