¿Qué va a encontrar el público en “La autora de las meninas”?
Una fábula distópica: España en el 2037 sufre una crisis brutal, superior a todas las que hemos tenido. La Unión Europea ya no existe y, ante esta crisis, el gobierno español decide empezar a vender el patrimonio artístico cultural nacional para solucionarla. Para ello, le encargan hacer una copia exacta de “Las meninas” y colocarla en el lugar del original a una monja copista oficial del Museo del Prado. ¡Así arranca! Y todo ello llevará a debates: ¿es o no buena idea vender “Las meninas” a cambio de poder comer?
¿Qué alicientes le motivaron a aceptar este nuevo proyecto?
Yo he trabajado con Ernesto mucho tiempo, estrenando muchas de sus funciones. Le admiro profundamente y teníamos ganas de encontrarnos de nuevo. Me envió este texto hace dos años y pico. Lo leí, me fascinó y le di el ok. Para mí, una de las razones de mayor peso para aceptar un pro-yecto es el texto y, en este caso –más aún dirigido por él–, es como todos los que él hace: excelso, de alto vuelo, tremendamente rico y potente. Para mí siempre es una continua lección sobre historia, vida, política, filosofía… así que en sus manos me puse.
¿Cómo es su personaje?
Sor Ángela es una monja copista que se hizo muy popular en su momento –mi personaje es ficticio pero está inspirado en alguien que existió–. Es una de las copistas oficiales del Prado y está encantada de la vida con el encargo que le han encomendado. “Las meninas” es uno de los cuatro cuadros que no se pueden copiar y se va a romper esa regla. Ella está dotada de ingenuidad, inocencia y amabilidad. Carece de punto de vista y se limita a copiar para obras de caridad. Como ella dice, “su misión es ser eco de las buenas obras” y así es su trabajo. Pero todo empieza a cambiar al sentirse creadora y artista. Entra en juego la vanidad que empieza a hacer estragos a la pobre monja. ¡Me parece un personaje suculento!
¿Qué es lo que más le gusta de su personaje a la hora de interpretarlo?
Que tiene un arco ejemplar de escritura y es una gozada pasar por ese recorrido, esa transformación poco a poco. Como actriz, es muy interesante hacerlo.
El nombre de Carmen Machi ocupa las cabezas de cartel de grandes obras en cine y teatro. ¿Qué momento profesional le ha llenado de orgullo durante el último año?
¡Todos! En teatro he estado casi al completo con “La autora…”, además de reponer “Juicio a una zorra” y se han estrenado pelis como “El bar”, “Villaviciosa de al lado”, “Pieles”… Me siento privilegiada porque no hago nada que no quiera hacer, me siento feliz con los proyectos que me ofrecen y, para mí, es muy importante que los trabajos de los que formo parte no se parezcan. Eso me estimula: el reto de lo desconocido. Más que orgullosa, me siento feliz de todos los proyectos en los que he participado los últimos años, de la expe-riencia, los compañeros, de ver las salas llenas… todo suma para bien.
Muchos compañeros de profesión la consideran a usted como la mejor actriz de este país. ¿Quiénes lo son para usted?
Más que gustarme, tengo verdadera devoción por compañeros que no son conocidos. En apenas dos años se me han ido dos de las actrices que para mí eran referentes: Amparo Baró y Terele Pávez. En España tenemos un nivelazo de actrices y actores muy importante. Tengo mucha admiración por Javier Gutiérrez, Javier Cámara. Adoro a Irene Escolar, a Bárbara Lennie. Me gusta muchísimo Penélope Cruz. ¡Pero podría decir mil…!
Aparte de “La autora…”, ¿en qué otros proyectos vamos a poder verla actual o próximamente?
En marzo estrenaré en el teatro Español “Cronología de las bestias”, un magnífico texto escrito y dirigido por Lautaro Perotti que me ocupará todo el año en gira, compaginando con el rodaje de un par de películas. Y con el tiempo que me quede… ¡a descansar! (risas).