¡Feliz 17 aniversario, “Mi madre Serrat y yo”! ¿Cómo presentaría esta pieza?
Es una comedia en la que las personas ríen y se emocionan por igual, donde las canciones de Serrat, en el contexto de la historia, cobran un nuevo significado. Una obra sobre el agradecimiento y el perdón.
¿Cuál es la particular historia personal que rodea esta exitosa creación?
Mi madre era una costurera sin instrucción que tenía varios masters en inteligencia emocional antes de que Goleman escribiera su primer libro. En el 2001, Marina y yo nos vinimos desde Buenos Aires a Madrid con la decisión de mejorar la vida de nuestras cuatro hijas. Cada uno de nosotros dejó a los afectos más entrañables, entre ellos, yo a mi madre, Marina a su suegra y nuestros hijos a sus abuelas y abuelo. Y las abuelas a sus nietos. Pero ‘la abuela’ (así se llamaba ella a sí misma) no se quería separar de sus nietos y hasta los 89 años viajó sola 14.000 Kms para estar con ellos dos veces por año… Hasta que un día, cuando la fuimos a despedir a Barajas, nos dijo: “La abuela está viejita y es posible que no vuelva más a visitarlos”… y se subió al avión. Nos despedimos sabiendo que esta despedida era especial…
¡¿Y qué pasó…?!
14 horas más tarde recibimos una llamada: La abuela estaba internada en la UCI en Buenos Aires. Viajé ese mismo día. Al llegar ya estaba algo recuperada, tal vez por el propofol, y me dijo: “Qué bueno que has podido venir… Quiero que me traigas a toda esta gente” y me dió una lista de 34 personas, muchas de las cuales yo no conocía. Me puse a ello sin preguntar y me pasé esa semana ubicando a esas personas y llevándolas al hospital donde mi madre, desde su cama, les agradecía ‘pequeñas cosas’ que habían hecho en algún momento por ella…
¿Como por ejemplo?
Regalarle una tela, darle una receta o cuidarme a mí cuando era niño, etc. El ambiente emocional que se creó en la sala de espera de esa UCI fue descomunal, los médicos se preguntaban qué estaba pasando con la paciente de la cama 17 que estaba llenando de luz a las personas que venían en procesión a despedirla.
Qué emocionante…
El jueves de esa misma semana me dijo: “Lo mío es cuestión de días, pero tú tienes que volver a trabajar y estar con tu familia”… Así que volé ese fin de semana y, al llegar a Madrid, tenía un mensaje de mi hermana: la abuela había fallecido. Volví ese mismo día. En el aeropuerto recogí sus cenizas y las dejé en el mar (Villa Gesell), donde mis padres solían pasar las vacaciones con sus nietos.
¿Qué sucedió cuando regresó a la casa de la abuela a recoger sus cosas?
Me encontré con cartas de amor de mis padres y algunos libros que ella me había sugerido leer pero que como hijo soberbio y estúpido que era yo no había leído. ¡Ahora todos son mis libros de cabecera…!
¿Quiere decir que escribió esta obra teatral mientras su madre agonizaba?
“Mi madre, Serrat y yo” fue escrita en una semana en los cuatro viajes que tuve que hacer de ida y vuelta a Buenos Aires. Y muchas personas creen que mi madre y yo nos cruzamos en el cielo mientras yo volaba y ella subía, ya que era muy creyente. Yo creo que la muerte de mi madre fue el momento más bello de mi vida y el que más aprendizajes me dejó… además de crear, con esas emociones, la obra más longeva de Madrid.
¿Qué ha sido del elenco de la pieza a lo largo de estos 17 años?
Participaron muchas actrices: Maida Larraín, Verónica Polo, Ana Dash, Laura González, Cristina Esteban, Clara Alvarado, Marta Arteta, Claudia Zamora, Laura Castrillón, Olga Garrido, Elera Costa, Carmen Ibeas, Alejandra Linfante. Pero también un montón de personas que estuvieron detrás de la escena como Noelia Gazteluzmendi, Tomás De Matteis, Diana Garrido, Esperanza Mendoza, Néstor López, Javiera Guillén, el creador de la banda sonora Gonzalo Garacía Baz y, por supuesto, mi compañera de vida Marina Skell que interpreta desde hace 17 años a Lucía. Sí, “Lucía”, la mujer que en nuestra ficción inspiró una de las canciones más bellas de Joan Manuel Serrat.
¿Con qué clase de ayuda institucional han contado a lo largo de este proceso?
La Comunidad de Madrid nos apoyó al principio y luego fueron muchísimas Comunidades y Ayuntamientos los que acogieron el montaje en sus teatros.
¿Se ha hecho la función en otros países?
Sí, en Caracas y Montevideo durante varias temporadas.
¿Algo más que añadir, maestro?
Tan poderosa es la presencia de mi madre en mi vida que, años más tarde, escribí y dirigí un musical infantil cuya protagonista es, otra vez, la abuela Josefina. Se llama “Baby Rock”, lleva 9 años en cartel y en abril de este año 2025 está planificado el estreno de la precuela.
Artespacio Plot Point – Nº Enero 2025