¿Cómo ve la situación del teatro actualmente? Haga balance.
Muy bien y muy mal. Muy bien porque yo creo que estamos en plena ebullición creativa, hay propuestas muy interesantes en Madrid en estos momentos, hay muchas cosas que están cambiando con respecto a la apertura de ciertos teatros, abrirse a nuevas propuestas, la proliferación de salas que están acogiendo propuestas diferentes y están dando ocasión a gente joven o a gente que está empezando de poder expresarse y de poder empezar a familiarizarse con lo que es el trabajo diario y el trabajo profesional y muy mal porque por otro lado el teatro es un sector muy castigado, ya es una insistencia recurrente, pero el IVA cultural, la subida del IVA está penalizando la cultura y está penalizando el teatro y hace muy insostenible y difícil la situación.
¿Qué papel deberían jugar los teatros públicos en la situación actual del teatro, qué habría que pedirles?
Yo creo que los teatros públicos deberían simplemente no competir con las iniciativas privadas. Creo que pueden y deben asumir riesgos y que de hecho están en una situación privilegiada para precisamente enfrentarse con ese reto, con producir obras que difícilmente se podrían abarcar desde una iniciativa privada. Por otro lado no deberían hacer una competencia a los teatros privados en términos de asumir textos que pudiesen funcionar en un circuito más comercial y fundamentalmente creo que la salud de la cultura y del teatro depende de que el teatro público ayude a crear o a acercar o a familiarizar al público con textos más complicados, con propuestas menos comerciales o con puestas en escena más arriesgadas.
¿Y a los empresarios privados, qué habría que pedirles?
Dependerá del empresario. Empresarios privados somos todos, depende de lo que estés pensando a unos habrá que pedirles unas cosas y a otros, otras.
¿Cómo ve a los espectadores actuales, qué diría que pide el público y cómo responde?
Sinceramente creo que el público está ávido de nuevas propuestas, de enfrentarse con nuevos retos. Yo siempre he pensado que el público es la base del teatro, es para lo que trabajamos. Cada día de ensayo lo hablo con mis actores, trabajamos para el público, no trabajamos ni para nosotros disfrutar, que también y si sucede, mejor, pero fundamentalmente trabajamos para que un público disfrute. Creo que por un lado, necesitamos que la gente joven no piense que el teatro es un lugar aburrido y académico, creo que eso genera cierta dificultad para que un público más joven se quiera acercar al teatro. Personalmente considero que es importantísimo que convivan propuestas dirigidas a diferentes edades y que es esencial rejuvenecer el público teatral, cosa que no se hace solo haciendo campaña escolar, sino que realmente tenemos que pensar en que para público joven o universitario o para la gente menor de 35 años la posibilidad de ir al teatro forme parte de sus posibilidades igual que consideran ir al cine o a una discoteca o salir al campo. Que puedan pensar en el teatro como una posibilidad me parece esencial. Por otro lado, yo creo que el público lo que realmente requiere es que están buscando propuestas audaces, que les desafíen y que tengan un rigor intelectual que les pueda llegar a satisfacer. Creo que muchas veces el teatro menosprecia al público y considera que hay que darlo todo demasiado explicado o que la propuesta o la puesta en escena tiene que estar muy destilada e intelectualmente ser muy asumible, creo que hay un gran público y sobre todo un público joven que está intelectualmente formado que directamente se aburre con esas propuestas.
Siempre le emociona el trabajo que hacen… ¿qué actores?
Isabelle Huppert.
Para ser un buen director…
Es imprescindible saber unir a un grupo de seres humanos y saber ilusionar a un grupo de seres humanos. Por encima de lo creativo, está lo humano y una parte muy importante de llevar a buen término una obra teatral tiene que ver con saber crear un grupo de trabajo en el que pueda suceder algo creativo.