Ha dicho que siempre le toca hacer de mujer rota, pero ahora…
Eso era una broma (risas). Todos los personajes de esta obra reflejan la condición humana, lo que somos, de la manera que vivimos, el sueño y la realidad que vivimos. Todos reflejan lo bueno y lo malo que tiene el ser humano a pesar de nosotros mismos.
Deduzco que Ana no es perfecta.
No, ni mucho menos, porque no existe la mujer perfecta. Estamos llenos de imperfecciones. Ana es una mujer que lleva una vida estable, con una ideología muy clara y una persona muy equilibrada.
Estable sería más acertado.
Ana invita a Paula y a Teo y digamos que ese fin de semana la estabilidad de lo que sería la pareja perfecta formada por ella y Manu se va a ver arrollada por una serie de pulsos internos de los personajes que les desbordan y que, al final, se convierte todo en una enajenación mental transitoria.
¿Qué es “Deseo” entonces?
Es un muestrario de seres y un estado en el que se manejan sensaciones encontradas.
Llegados a este punto, ¿cuál es el deseo de Ana?
Como cualquier otro ser humano, siente deseos incontrolables y no es muy consciente en este momento de cuáles son sus deseos, sus deseos le sorprenden. Va a descubrir cuáles son los deseos ocultos.
Miguel del Arco es uno de nuestros activos más importantes en el teatro actual. ¿Cómo es trabajar con él?
Miguel del Arco es un director brillante, con un talento incuestionable. Es bailarín, es escritor, es guionista, es director, es actor… Tiene un conocimiento muy completo de lo que es el teatro. Es alguien comprometido y con una vocación absoluta por lo que hace. Y, sobre todo, es una bellísima persona.
Él ha dicho que tiene el reparto soñado. Háblenos de sus compañeros.
Éste ha sido un viaje en el que no han faltado las risas y eso ha sido gracias a Gonzalo de Castro, aparte de ser un magnífico compañero, muy generoso. Belén López es una actriz extraordinaria, una mujer llena de encanto, con un brillo increíble, una persona muy pura, sin artificio. Y Luis Merlo es un ser adorable porque es un loco entrañable, un grandísimo actor.
¿Cómo recuerda a la Emma Suárez de hace veinte años?
Me sentía exactamente igual que ahora, no creo que haya cambiado mucho. Más mayor, con más experiencias, pero sigo siendo la misma.
¿Qué deseos le pide al 2013?
Deseo que este espectáculo sea algo con lo que disfrute la gente. Deseo que pasen estos malos momentos que estamos viviendo, en los que mucha gente está sin trabajo, que se ayude al mundo, que la gente tome conciencia de que la cultura es necesaria y tenga más apoyo del que tiene. Que no nos dejen solos. Y que tengamos mucha salud, que la cultura no se enferme.