¿Álex Villazán conocía a Christopher Boone antes de embarcarse en este proyecto, había leído la novela?
Si, conocía la novela, y ya había visto la obra en Londres, me apasionaba la novela y por supuesto la adaptación teatral de Simon Stephens. También tuve la suerte de ver la versión que hicieron en Barcelona en el Teatre Poliorama.
Cuando termina de leer el texto por primera vez, ¿qué es lo primero que se le pasa por la cabeza? ¿Qué pensó?
Sobre todo emerge la necesidad imperiosa de contar esta historia, que mucha gente escuche la aventura de Christopher para descubrir al autor del asesinato del perro, y todo lo que Mark Haddon es capaz de sacar de ese incidente. Me parece imprescindible esa necesidad primaria de contar una historia para empezar cualquier proyecto teatral.
De “El curioso incidente del perro a medianoche” ha dicho la crítica que es una de las obras más sorprendentes y cautivadoras de los últimos años. ¿Por qué cree que atrapa tanto esta historia, qué tiene de especial?
Atrapa porque es una historia que habla de la vida, de las relaciones familiares, este es un cuento universal y por eso engancha y sorprende al espectador, Simon le ha dado un dinamismo muy inteligente a la función y ha sabido leer muy bien la novela de Haddon a la hora de hacer la adaptación.
¿Qué les contaría de esta obra a aquellos que no la hayan leído, qué se puede contar, a qué nos enfrenta, de qué habla…?
Es una función que habla de la superación, de las relaciones familiares, verán el mundo a través de los ojos de un chico con Síndrome de Asperger para darse cuenta de cómo nos comportamos, cómo somos.
Igual que la novela el personaje de Christopher Boone es un caramelo. Cuéntenos quién es y cómo es este personaje…
Christopher es un chico que, aunque en la novela no lo cuenta, deducimos que es Asperger. No le gusta decir mentiras, tiene manías y no entiende las ironías ni los chistes. Lo bonito de este personaje es que no tiene doble rasero, su visión de la vida se podría decir que es cristalina, a pesar de las dificultades que le puedan surgir.
¿Qué está aprendiendo Álex de Christopher que va a servirle para siempre a nivel personal y que también puede servirnos a los espectadores?
Justo eso, intentar ver la vida, el día a día, de forma mucho menos enrevesada, la honestidad desde la que habla Christopher, y que nos podríamos ahorrar muchas mentiras de las que decimos.
Es emblemático eso de “Me llamo Christopher John Francis Boone. Me sé todos los países del mundo y sus capitales. Y todos los números primos hasta el 7.507. Me gustan los perros. Uno siempre sabe qué está pensando un perro. Tienen cuatro estados de ánimo: Contento, triste, enfadado y concentrado. Además, los perros son fieles y no dicen mentiras porque no hablan”. ¿Cuál es su frase favorita de este personaje o con cuál se quedaría aparte de esta?
Me quedaría con la frase: “Puedo hacerlo porque fui a Londres yo solo. Y resolví el misterio de quién mató a Wellington. Fui valiente.”
La crítica ya ha hablado muy bien de sus trabajos como actor, ha brillado en montajes con La Joven Compañía, pero ahora lleva todo el peso de una función. ¿“El curioso…” sería un poco su bautismo de fuego en la profesión? ¿Cómo lo está viviendo y cómo imagina esa noche del estreno?
Yo creo que mi bautismo ya sucedió en La Joven Compañía, como el de todos mis compañeros. Creo que la profesionalidad con la que afrontamos los trabajos es la misma. Espero con muchísimas ganas el momento en que comience la música que da inicio a la función por primera vez ante el público, lo daré todo con la mayor honestidad posible.
¿Cuánta culpa ha tenido José Luis Arellano de que aquel chico que hacía teatro en el instituto se esté convirtiendo en un gran actor a pasos agigantados?
Ha tenido una gran parte, ya que fue él quien confió en mí, para participar en los montajes en los que hemos ido trabajando, y la decisión de que yo forme parte de esto es suya, es un gran profesional y nos entendemos muy bien.
¿Cómo es ahora el Álex Villazán que puede acabar convirtiéndose en uno de los grandes actores de este país?
Igual que siempre, con muchísimas ganas de trabajar, de defender nuestra profesión. Y con las mismas ganas, ilusión e impaciencia que tenía al el principio.
Vamos a ir poco a poco, ¿qué le pide a la nueva temporada?
Que por supuesto, que la gente conecte con esta maravillosa historia y que salga emocionada de verla. Y por supuesto muchísimo trabajo y oportunidades para todos.
¿Algún otro proyecto entre manos que pueda contarse aparte de “El curioso…”?
De momento nada que pueda contar y que esté cerrado. Así que esperemos que se cumplan todos los proyectos.