A principios de los años 60 del pasado siglo la Iglesia facilitó la dispensa a los sacerdotes que querían dejar de serlo. Entre ellos estaba su padre. Menuda historia y menuda valentía, ¿no? Imagino que no debió de ser nada fácil…
No era fácil para ninguno de ellos porque de alguna manera fueron pioneros. Tenían la comprensión de parte de la familia y de parte de la sociedad, pero no de toda la familia, ni de toda la sociedad.
¿Qué historias le ha contado su padre?
Cuando comenzó a pensar en salirse viajó a Estados Unidos para reflexionar. Las aventuras de ese viaje me han servido de impulso inspirador. En América descubrió qué era la libertad. También lo que supuso que conociera a mi madre cuando aún no tenía la dispensa. Durante un tiempo vivió una doble vida. Mi madre no se quedó embarazada antes de casarse, pero en la ficción Carmen sí.
A partir de esas historias, reales, ficticias o a medio camino, surge Jorge Arizmendi. ¿Quién es y cuál es su historia?
Jorge Arizmendi –Francesco Carril– es un cura navarro que se va a Estados Unidos para cambiar de vida y que conoce a una telefonista de internacional, Carmen Robles, de la que se enamora y que se queda embarazada antes de que Jorge tenga la dispensa; eso obliga a Jorge a viajar a Roma para conseguir la dispensa caiga quien caiga. “El bar que se tragó a todos los españoles” es su primera creación al frente del CDN.
¿En qué llagas mete el dedo, a qué nos enfrenta?
Mi padre nos contó muchas aventuras de su vida, pero nunca tuvo fuerzas, o no encontró el momento, o no quiso, o no supo decirnos que fue cura. Yo me enteré a través de familiares. Esta obra intenta sanar ese silencio. Y, sobre todo, el silencio social que se impuso a todos los que crecieron en la posguerra.
Jorge Arizmendi es el protagonista, pero ¿quiénes y cómo son, grosso modo, el resto de personajes?
Es una obra con cincuenta personajes que hacen entre los nueve actores, algunos de los principales son: Carmen Robles –Natalia Huarte– es telefonista de internacional que está estudiando inglés en San Francisco, de la que se enamora Jorge; Margaret Miller –Nuria Mencía– es una escritora con la que pierde la virginidad Jorge; el ranchero y la ranchera –Elena González y Albert Ribalta– quieren dejar en herencia su rancho a Jorge porque se parece mucho a un hijo fallecido; Nagore –Camila Viyuela– es la hija de Jorge, que está escribiendo la historia de su padre; Claus Sluter –Jesús Noguero– es un coach de marketing de la época al que Jorge admira; Martin Luther King –Jimmy Roca– es un personaje inspirado en el Luther King real al que conoce Jorge en una fiesta; y Txistorro –David Lorente– es un cura navarro que vive en Roma y que ayuda a Jorge a conseguir la dispensa.
¡Vaya reparto!
Sí, me siento muy afortunado. Es un gran reparto y están haciendo un trabajo impresionante. Con Jimmy y David todavía no había trabajado y está siendo un gusto. Con los demás ya habíamos compartido proyectos y está siendo un reencuentro muy bueno. Seguimos sin poder obviar la situación sanitaria.
¿Cómo se sueña, cómo se levanta un proyecto en estos tiempos?
Ensayando con mascarilla, algo a lo que no nos acostumbramos, es muy duro, y cuidándonos mucho para evitar los contagios. Por lo demás, el trabajo artístico que hacemos sigue siendo el mismo, con la misma fuerza, ilusión y ganas de compartirlo con el público.
¿Alfredo Sanzol tiene ya dibujado en mente algún esbozo de obra sobre la situación que vivimos o hace falta aún un poco de tiempo?
Escribimos La Pira en primavera del año pasado para hablar del inicio de la pandemia, y supongo que seguiremos escribiendo durante mucho tiempo sobre este tema, para hablar de manera directa o tangencial.
¿Otros proyectos que puedan contarse?
Todavía no puede contarse, lo siento, pero en cualquier caso será para la temporada que viene.
