Antes de entrar de lleno en esta historia, ¿qué temas caracterizan esta obra y cuál es el objetivo o efecto que usted persigue con ella?
La obra trata sobre la idealización y necesidad brutal que tenemos los seres humanos de perseguir y alcanzar nuestros anhelados sueños… A raíz de esto, surgen otros temas muy potentes como la salud mental o la amistad. Visto, además, desde las necesidades y carencias de unos personajes reales en una convivencia muy loca en un piso en Nueva York. Mi objetivo es compartir una experiencia vital real que me ayudó a ser consciente de lo egoísta que era.
¿Qué le inspiró en la escritura de esta pieza y en qué medida está basada en hechos reales?
La obra está basada en hechos reales. Más concretamente en mi viaje a Nueva York cuando decidí invertir todos mis ahorros para irme a estudiar allí, persiguiendo el sueño americano. La obra en un 95% es real, prácticamente todo lo que se ve en escena lo viví realmente. Solamente hay una escena que tuve que imaginarme porque no estuve allí físicamente, pero viví las consecuencias más adelante y creo que he ido mal encaminado.
¿Qué historia desarrolla “La crisis del aguacate”?
La de una compañía de teatro que se enfrenta al estreno de la historia, es decir, a través del metateatro contamos la historia de como Álvaro llega a Nueva York para estudiar con un maestro de la interpretación como John Strasberg y en su llegada conocerá a los que serán sus nuevos compañeros de piso. Vemos cómo lo que iba a ser un sueño precioso se convierte en una pesadilla –donde nosotros, los actores, entramos y salimos de la historia comentando lo sucedido–.
¿Qué caracteriza a cada uno de los personajes de la función?
Manuel Teódulo, Teresa Hernando y yo damos vida a un total de seis personajes. Los principales están marcados por grandes traumas y una situación económica bastante precaria que hace que su vida en esta jungla de asfalto como es Nueva York sea muy complicada. Son personajes totalmente dispares que hace que esta convivencia se vuelva absolutamente loca y dura pero tierna y divertida a la vez. No sé cómo explicarlo (risas). Las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, forman parte de este montaje.
¿De qué manera?
La inteligencia artificial me genera muchísimo interés y cada vez que tengo oportunidad me pongo a probar e investigar. Al ser una obra tan personal, un día me di cuenta de que podía encajar y crear una atmósfera muy interesante. Por no desvelar mucho, digamos que, además de los personajes que ya encarnamos los actores, hay otros dos que han sido creados por IA, con sus voces reales, hablando en español. Dos personajes mundialmente conocidos que ayudarán a contar la historia a través del humor.
Un momentazo de la pieza:
Hay una escena preciosa entre los personajes de Manuel y Teresa que habla de la amistad y de cómo aceptamos a nuestros amigos tal y como son. Como los ángeles y los demonios, pueden convivir y apoyarse. Al final todos tenemos uno de cada en nuestro interior y lidiamos con ellos todos los días.
¿Y esa frase del texto que bien merecería ser escuchada dos veces?
“De perseguir nuestros sueños surge lo que realmente necesitamos experimentar”.
¿Qué hace de este estreno absoluto un plan totalmente recomendable?
Es una obra auténtica 100% donde los personajes son humanos, los odiaremos y querremos abrazar a partes iguales. Estoy convencido de que los espectadores que vengan saldrán emocionados y disfrutarán de la historia que les vamos a contar por su originalidad, por la calidad del equipo y por todas estas nuevas herramientas que están irrumpiendo y que nos ayudan a contar este viaje.