¿Recuerdan cuándo dejaron de creer en los Reyes Magos o en Papá Noel?
Amparo: No recuerdo el momento, sinceramente. Fíjate si hace años de eso, que aún no celebrábamos Papá Noel en España. En aquella época, solo teníamos a los Reyes Magos. Recuerdo que mi hermano Pedro, siendo más pequeño que yo, ya lo sabía. Lo averiguó solo. Y se lo calló. Pero le encantaba oír los ruidos de mis padres poniendo los regalos. También recuerdo que mi hermano Luis, al ser mucho más pequeño, seguía creyendo en los Reyes, así que los poníamos con gran ilusión pensando en él. Por eso Kaco, Pedro y yo, aunque lo sabíamos ya, nos seguía ilusionando el día en cuestión. Por Luis. El peque de la familia.
Iñaki: Tengo muchas imágenes del día de Reyes de pequeño. Pero no recuerdo el momento en que me enteré de que eran los padres; así que supongo que no fue traumático para mí, o quizás lo fue tanto que por eso lo he borrado de mi mente…
Mar: Lo recuerdo perfectamente: mis padres nos dejaron en el coche. Se bajaron y tras una eternidad, fueron metiendo en la ranchera lo que habíamos pedido. Me quedé de cuadros porque hasta ese momento los Reyes era mi día favorito. Supongo que pensaron que ya era grande. Jamás dieron explicaciones. Y eso que yo misma había visto a los Reyes Magos en mi casa. Bajaron a vernos antes de la Cabalgata cuando tenía 5 años. Cosa que siempre defendí a capa y espada y me costó muchas discusiones en el cole durante toda mi infancia. De mayor supe que había sido mi vecino Pepín –construía escenarios para teatro y hacía las carrozas–. Aquel año desfilaba con dos ‘Reyes’ más. Pero juro y juré toda mi vida que los Reyes Magos habían estado en mi casa. Y era verdad.
Juli: Yo también me acuerdo perfectamente. Un compañero de clase me lo dijo. Llegué a mi casa y lo pregunté a mis padres, intentaron taparlo, maquillarla, pero ya fue tarde. Pero al ser hermano mayor entré a ser un rey para mis hermanos. Eso hizo que mi trauma no fuera muy fuerte.
¿Qué es “Laponia”?
Amparo: Es una comedia en la que un matrimonio español, viaja hasta Laponia para que su hijo pequeño pueda conocer a Papá Noel. En Laponia, está el pueblo de Papá Noel, como ya sabéis. Una gran atracción donde todos los niños pueden conocerle. Allí vive su hermana, casada con un finlandés, y nada más llegar, los planes se van al trate. Y eso da lugar a todo tipo de situaciones, que para el espectador son muy cómicas, aunque no tanto para los personajes. Lo bueno es que el conflicto se plantea en la primera frase de la función. Y de ahí, un no parar de situaciones y giros muy divertidos.
Mar: Una comedia divertida con muchas subidas y bajadas de temperatura, que te hace cuestionarte a ti mismo/a y tus principios cuando están en juego la pareja y la familia.
Iñaki: Trata de dos mundos diferentes y de dos hermanas aparentemente diferentes pero con muchas más cosas en común que las une.
Juli: Un debate abierto con muchas preguntas, donde los personajes exponen y defienden sus posiciones en temas como la religión, la verdad, la mentira, las tradiciones, etc. Una velada idílica que acaba estallando.
Como suele suceder en estos casos, lo que iba a ser una velada idílica entre dos parejas acaba estallando por los aires. ¿Qué temas se ponen sobre la mesa?
Mar: Las distintas culturas y lo poco que sabemos las unas de las otras. Los estereotipos. La ignorancia. Los clichés. Las mentiras y sus motivos. Pero también el amor y el arraigo.
Juli: Tradición, religión, verdad, mentira, ilusión…
Amparo: Tradiciones, valores familiares, secretos, formas de educar a los niños, temas culturales, magia… De las mentiras también. Mucho. Sobre todo, de eso. ¿Debemos mentir a nuestros hijos, a nuestros amigos, parejas y familiares? ¿Hay mentiras permitidas? ¿Mentiras mejores o peores? ¿Mentimos más en unos países que en otros?
Iñaki: En estos dos mundos tan distintos, cada uno con su educación y su idiosincrasia, con sus pros y sus contras, aparecen continuamente ideas y discursos opuestos: verdad o mentira. Magia o pragmatismo… Mónica, Ramón, Nuria y Olavi…
Háblennos de sus personajes.
Amparo: Mónica es una mujer que habla muy claro. Lleva toda la vida viviendo y trabajando en su barrio. Casada, madre tardía, cuida de todos sin que se le caigan los anillos. Marido, hijo, padres. Pero, por otro lado, siempre dice lo que piensa, es muy sincera, y eso de no callarse ni debajo del agua, la convierte en una mujer nada cómoda. Es cabezota y muy bruta, pero adora a su gente, y no le hace nada de gracia que su cuñado finlandés, ponga de relieve “defectos” de carácter de los españoles.
Iñaki: A mi personaje le mueve su familia, su trabajo y su vida campechana de conserje en un colegio. Es un hombre sencillo que disfruta de las personas y de las pequeñas cosas.
Mar: Nuria es la versión de una de esas mujeres que se hacen pasar por quienes no son, al casarse con famosos, futbolistas, etc. En su caso, por propios méritos profesionales en otro país, otra lengua y cultura. Pero igualmente lleva una máscara. ¿Asomará la auténtica?
Juli: Olavi tiene su manera de ver las cosas. Educado en la escuela finlandesa, defiende sus posiciones con firmeza, con argumentos. Pero, ¿será fiel a sus creencias?
Y en el centro de todo el debate, una pregunta: ¿La verdad es tan buena como dicen y la mentira tan mala? ¿Han llegado a alguna conclusión?
Mar: Como en tantas otras cosas, el secreto está en el equilibrio.
Amparo: En realidad, todos mentimos. Y cada día. A mí los sincericidas no me gustan. Sin la diplomacia nos habríamos extinguido. ¿Pero lo de Papá Noel, se puede considerar una mentira? ¿O es otra cosa?
Juli: Creo que tiene que venir la gente a ver Laponia para decidir. Yo tengo mis conclusiones, que cada uno haga las suyas.
Iñaki: Yo creo en la verdad, en la amistad, en el amor… Pero también creo que es bueno poder elegir entre decir esa verdad o guardártela para ti.
La propuesta de Cristina Clemente y Marc Angelet crea un intenso debate. ¿Desde el humor todo entra mejor?
Iñaki: Siempre desde el humor todo entra mejor. Creo que estamos ante una función que te hace reír y recapacitar. Unas veces estás a favor de uno de los personajes y después en contra; todos tienen sus razones y sus contradicciones…
Juli: Engancha porque todos nos hemos hecho las preguntas que plasmamos. Y sí, desde el humor, todo entra mejor. Amparo: La comedia, a menudo trata de temas importantes. La comedia no son chistes, ni gags, es otra cosa. En la comedia clásica los personajes no saben que están haciendo comedia. Sus cabreos, sus preocupaciones y agobios son sinceros y hace reír a la gente, de siempre.
Mar: El humor nos hará libres. Hacer humor en teatro es un doctorado en interpretación. Hacer humor en la vida cotidiana es de sabios.
Al frente del barco, Tamzin Townsend.
Amparo: Tamzin es una clásica de nuestra empresa. Trabaja mucho con nosotros. Yo repito después de Fuga, y nos llevamos muy bien. Vemos las cosas de la misma manera y somos una piña al enfrentar situaciones complicadas. Además, no es nada diva y acepta muy bien las propuestas que le haces. Aunque a veces no te las compre, no te sientes mal al exponerlas y no te hace sentir incómoda. Tampoco ella te hace propuestas absurdas y poco realistas. Es fácil viajar con ella.
Iñaki: Es mi tercera función con Tamzin: “Gorda” y “Héroes”. Es una directora muy meticulosa y que busca el sentido de todo lo que decimos los personajes en la función. Nos entendemos muy bien en escena y mantenemos una amistad desde que comenzamos a trabajar juntos.
Mar: Es mi primera vez con Tamzin y como actriz me enriquece nutrirme de otros puntos de vista. Lo más difícil de mi profesión es que parece fácil, pero hay mucho trabajo detrás. Hemos construido. Todos los procesos creativos son interesantes y yo aprendo de cada director/a. Me siento muy afortunada de haber trabajado con ella y con su mano derecha Chema Rodríguez Calderón.
Juli: Un placer inmenso trabajar con ella. Hace que encuentres tu personaje desde el entendimiento y el juego. Con herramientas para que puedas crecer. Espero volver a coincidir con ella.