¿Qué define a Familie Flöz, cuáles son las características esenciales que hacen de esta compañía algo tan especial?
Familie Flöz es un colectivo de artistas de diferentes nacionalidades que trabajan juntos, casi como una familia, creando espectáculos de teatro físico, principalmente usando máscaras. Y son justamente las máscaras las que nos han abierto paso a través del mundo. Dejando de lado la barrera del idioma, nos han permitido presentar nuestras obras en los cinco continentes. Creo, además, que una de las características esenciales de nuestro trabajo es la creación en grupo, somos autores y actores de nuestros espectáculos. Y si bien nuestras obras se crean en los ensayos, es durante las representaciones, durante el encuentro con el público, que la obra madura, crece y toma su forma final. El público es también un creador activo de nuestros espectáculos.
¿Qué nueva historia ofrece “Feste” y cuáles son los temas y sentimientos que pone en la palestra?
Nos cuenta la historia de los preparativos de un matrimonio de una familia adinerada. Pero, más allá de ello, es una obra que habla de nuestro tiempo y del abismo que nosotros mismos como sociedad hemos creado, habla de clases sociales, de jerarquías, de status. Habla de rechazo y miedo al otro, al que es diferente. Habla también de igualdad y de amor. “Feste” es un cuento sin palabras para adultos, una mezcla de tragedia y slapstick. Una historia tragicómica sobre la búsqueda de la felicidad individual, pero detrás de la cual hay algo más.
En su opinión, ¿cómo es posible emocionar tantísimo al público sin la gestualidad de los rostros humanos, que en este caso son máscaras?
El teatro de máscaras existe desde la antigua Grecia –quizás desde antes– y, aunque parezca una contradicción, las máscaras nos hacen más humanos, nos permiten dejar de lado lo que nos diferencia y nos conecta profundamente, nos permite vernos en el otro, identificarnos con él. En nuestro trabajo no dejamos a un lado el texto o la palabra, simplemente no nos servimos de ella. Trabajamos a partir de lo que nos une universalmente como seres humanos: los sentimientos. Desde allí construimos nuestros espectáculos. Somos por naturaleza seres sociables, necesitamos del otro, nos conectamos con otros, reímos con otros y lloramos también. El público se emociona, ríe y llora porque somos como ellos, porque en esencia tenemos los mismos problemas, nos pasan las mismas cosas.
Para usted, uno de los momentos más conmovedores de “Feste” se produce cuando…
Para mí ocurre durante el encuentro de las dos protagonistas, frente al mar. Creo que es una de las escenas esenciales y más conmovedoras de la obra. Cuando dos mujeres muy distintas y distanciadas por la sociedad tienen la oportunidad de ser ellas mismas y… bueno, ¡ya verán lo que acontece!
En suma de todo, ¿por qué recomienda “Feste” a los amantes del buen teatro?
Porque es un espectáculo de teatro de mascaras que, sin necesidad de texto o de palabras, nos cuenta una conmovedora historia de hombres y mujeres en busca de la felicidad. Además, tiene una puesta en escena que reúne comedia y drama a la vez, como un espejo de la sociedad, que nos divierte y, a la vez, nos hace reflexionar. Pero sobre todo, porque es una obra que busca llegar al corazón de los espectadores, conectarse con ellos, hacerlos identificarse con los personajes y despertar en ellos los sentimientos que los personajes sienten en un viaje teatral de 90 minutos.