• ¿Qué es “El tiempo todo locura” y qué historia desarrolla?
ÁNGEL RUIZ: Es una comedia entre lo absurdo y la ciencia ficción que cuenta la historia de los avatares y traumas emocio-nales de tres hermanos ante la muerte su madre.
CAMILA VIYUELA: Estos ‘hermanes’ quieren cambiar el curso de los acontecimientos y, al final, se dan cuenta de que quizá resulte muy peligroso intentar modificar la vida.
SILVIA DE PE: Es una comedia, una historia de amor y de muerte, de amor familiar, de amor materno filial y todas las contradicciones que eso conlleva. Es un pedacito en la vida de cualquier familia, pues es muy fácil sentirse identificado con alguno o con todos los personajes. Tiene momentos donde puedo verme a mí o a mis hermanas, por eso llega tanto y porque, además de reírte, te emocionas.
• ¿Qué peculiaridades tiene esta pieza en el manejo del tiempo?
CAMILA: La idea del juego, de poder jugar con todo aquello que nos preocupa, que nos condiciona.
SILVIA: En esta obra, el tiempo es a la vez cómplice, vehículo y enemigo de los hermanos. Va y viene, viene y va, y genera situaciones hilarantes. ¡El tiempo es el protagonista!
ÁNGEL: El control del tiempo es la herra-mienta que encuentra uno de los personajes para inmiscuirse en el pasado que les atormenta e intentar cambiarlo, sin tener en cuenta que las paradojas temporales cambiarán el presente de forma inesperada. Esto da lugar a un chorro de situaciones cómicas a la vez que desesperadas.
• Estos 3 hermanos son personajes intercambiables para ustedes los intérpretes. Bajo su propio punto de vista, ¿cómo es Mayor, el primero de ellos?
ÁNGEL: Mayor es quien parece tener algo más de sensatez. Partiendo siempre del presente, se encuentra en medio de las rare-zas y problemas que causan sus hermanos.
CAMILA: Es la figura más parecida a la madre. Se cree con más autoridad que los demás.
• ¿Y Mediana?
CAMILA: Es el futuro, la ansiedad.
ÁNGEL: Mediana es el artífice de viajar en el tiempo, una buena idea si no fuera por su incapacidad para llevar las cosas a buen puerto. Se caracteriza por sufrir ansiedad, ya que su preocupación por el futuro le impide ser feliz.
• ¿Qué hay de Pequeño, el tercer her-mano o hermana?
ÁNGEL: Pequeña está anclada al pasado, lo que la tiene sumida en una depresión constante. Se regodea en su dolor y su postura victimista saca de quicio a sus hermanos, que intentan por todos los medios hacerle entrar en razón.
SILVIA: Son tres seres adorables con sus defectos y sus virtudes. Están intentando aceptar y entender las cosas de la vida y sobrellevar como pueden los momentos difíciles. Lo bonito y tierno de ellos es que, partiendo del cliché de la hermana pequeña o mediana o mayor, poco a poco van apareciendo unos seres complejos, bellos e imperfectos que acaban enamorando al público. ¡El culpable es Félix Estaire!
• Sin duda, uno de los grandes mo-mentazos de la obra surge cuando…
SILVIA: Cualquier momento en el que estoy yo en escena (risas). ¡No, en serio! Para momentazo, el primer “viaje”.
ÁNGEL: Cuando Mediana convence a sus hermanos para que viajen juntas en el tiempo y cambiar así los hechos que pudieron causar traumas a ellas mismas y a su madre. ¡El delirio se apodera de la escena!
• Esta es una comedia unisex. ¿A qué se refiere?
CAMILA: A que los personajes no tienen género. Es decir, los puede interpretar tanto un hombre como una mujer.
ÁNGEL: Las cuestiones de género no son indispensables en la trama, por tanto, los personajes pueden ser de cualquier sexo. Por eso en cada función –y dependiendo de la suerte– interpretaremos indistintamente uno de los tres personajes. ¡Este es un ali-ciente para ver la función más de una vez!
• La pieza ofrece la posibilidad de viajar en el tiempo y cambiar decisio-nes tomadas en un pasado. Si ustedes, en su vida real, tuvieran esa oportuni-dad: ¿qué les gustaría cambiar?
CAMILA: Creo que nada… ¡la vida sería demasiado fácil…!
SILVIA: Visto lo visto, ni lo intento.
ÁNGEL: Mira, si una cosa he aprendido con esta función es que es mejor no cam-biar el pasado, porque tiene consecuencias que nunca son satisfactorias plenamente. Lo mejor, más sano y más manejable es cambiar nuestro presente –si es que es necesario, claro–.
• En definitiva, ¿qué hace de esta función un estreno de lo más recomendable?
ÁNGEL: Es una función terapéutica donde todo el mundo va a sentirse interpelado, porque al final estamos hablando de las relaciones entre hermanos. El amor y el odio, el cariño y el rechazo, conviven orgánicamente en unas relaciones que no hemos elegido: la familia. Todo visto con humor pero también con sustrato y pellizco emocional. Reír y llorar casi al mismo tiempo es una paradoja muy común en la vida de muchas familias.
SILVIA: Es una de esas obras que recomiendas y repites. Te deja con ganas de más y, además, tiene el aliciente de poder verla con ‘otres actorices’. Múltiples posibilidades con una misma historia. ¡Yo iría!
• Ustedes tres cuentan con una bue-na trayectoria profesional. ¿Qué momento de la misma les marcó de por vida y por qué?
ÁNGEL: Quizá “Miguel de Molina al desnudo”, debido a que es un proyecto que se fraguó en mi cabeza y que tantas alegrías y reconocimiento me ha dado.
CAMILA: Hacer “El viaje a ninguna parte” fue crucial en su momento.
SILVIA: El estreno de “La ópera de los tres peniques” de Bertolt Brecht en el Teatro Principal de Zaragoza. Tenía 21 años, era la muestra final de la escuela y yo interpretaba a Polly Peachum. Hoy sigo buscando las palabras para explicar lo que sentí durante esas dos horas y media. ¡Estoy aquí por eso!