Entrevista a Carlos Moreno e Itziar Manero. Escuela Nave 73

 Con 27 y 25 años han trabajado ya con algunas grandes compañías de este país. Juntos han estrenado “How to disappear completely” y “Fucking Lope”. Él forma parte del laboratorio Genus Radix del Reina Sofía y ha trabajado como ayudante de dirección y de de producción y performer técnico. Itziar es parte del Colectivo Aves Migratorias de Madrid, ha estrenado su primera creación propia y trabaja con La Tristura y El Pont Flotant.
 
Cuando decidió que quería ser actor/actriz –no sé si hay un momento concreto que marque el camino–, ¿qué actor soñaba ser, qué tipo de actor? ¿Lo ha conseguido?

CARLOS: Tuve una vocación bastante tardía. Empecé en mi último año de universidad (hice Traducción e Interpretación), aunque siempre he tenido inclinaciones artísticas. Empecé queriendo hacerlo todo (desde un clásico a ser prota de Yorgos Lanthimos) y sigo con ese deseo ingenuo, pero con más conciencia y muchos deseos de crear yo mismo.

ITZIAR: Mi decisión de estudiar teatro vino más por una intuición, un impulso, más que por un deseo claro de ser actriz. Ahora mismo no sueño con ser un tipo específico de actriz, me dejo guiar por el día a día, por lo que me apetece hacer en el momento y por las personas de las que quiero rodearme. En ese sentido, puedo decir que lo estoy consiguiendo, estoy trabajando en proyectos que me motivan e ilusionan y con personas que admiro y aprecio.


¿Qué diferencias hay entre un actor digamos autodidacta o que no ha pasado por una escuela como tal y un actor que se ha formado en una escuela de interpretación?

CARLOS: Creo la diferencia radica en la conciencia y el conocimiento sobre lo que uno hace. Aparte de eso, probablemente alguien formado sabrá más de historia y teoría del teatro.

ITZIAR: Es complicado, supongo que depende mucho de la escuela en la que estés y de la formación autodidacta que estés recibiendo. 


¿Qué herramientas son imprescindibles para su oficio?

CARLOS: La escucha, la paciencia y especialmente la habilidad de renovar el interés. Es muy importante también saber valorar las labores de producción y no solo las artísticas.

ITZIAR: Diría que la gestión del ego y la inseguridad, la empatía, la confianza, la calma hacia la incertidumbre y la curiosidad. La curiosidad por todo lo que te rodea, el mundo, las personas… El hacerte preguntas constantemente sobre las cosas que nos pasan como seres humanos.


Cuando uno toma la decisión de ingresar en una escuela, ¿qué ha de tener en cuenta a la hora de elegir una u otra y qué le atrapó a usted de Nave 73? ¿Qué motivó su elección por esta escuela?

CARLOS: Me la recomendó una amiga actriz con mucho criterio. Es vital elegir una escuela con profesionales en activo y que además encajen con tus intereses.

ITZIAR: Me interesé por Nave73 porque no ofrecían solamente una formación en interpretación, sino también una formación como creadora. Aunque siempre había tenido inquietudes creativas, nunca me había visto capaz de crear algo por mí misma, y me atrajo el concepto de “actriz-creadora” que utilizaban en la escuela. También me sentí atraída por la formación que daban en nuevos lenguajes teatrales, por la posibilidad que ofrecían de investigar y experimentar en los nuevos lenguajes, que yo desconocía por completo antes de ingresar en la escuela.


¿Cómo describiría la línea pedagógica del centro, qué le diferencia de otros?

CARLOS: Es una escuela muy centrada en la creación colectiva y contemporánea. No se centran en un método concreto, sino que te enseñan diversas técnicas para que cada uno experimente qué herramienta le va mejor. Además, cuenta con artistas de renombre como Lucas Condró, Antonio Rojano y Jose Padilla. Permite además realizar dos montajes que se programan en festivales de la escuela y que tienen trascendencia.

ITZIAR: Creo que los puntos fuertes de esta escuela son la formación como actriz y creadora, la libertad creativa a la hora de crear e interpretar, la autonomía para poder elegir la orientación que deseas tomar en tu carrera profesional, la asesoría y el trato cercano y humano, un profesorado diverso y profesionalmente activo, y una preparación práctica para el mundo profesional. 


¿Cuál es la lección más importante, esa que le ha salvado cientos de veces, que aprendió en esta escuela?

CARLOS: No hay bien ni mal. Peso al suelo y respira. Respira. Respira. ¿Qué es lo que sí hay, en vez de lo que no hay?

ITZIAR: Centrarte en el aquí y ahora, no solo en escena, sino en la vida profesional en general. No estás en el camino de ser actriz, sino que ya eres una actriz y ya estás trabajando. No tienes que esperar a estar suficientemente preparada, o a que “alguien” o “algo” te reconozca como actriz o creadora, ya estás en el momento de trabajar y crear si así lo deseas. El trabajo y la formación van de la mano, y una nunca deja de formarse. Añadiría también que la seguridad y la confianza residen en la fe por lo que estás haciendo y las personas con quienes lo estás compartiendo, y no por el reconocimiento proveniente del exterior.


¿Y alguna anécdota de su paso por Nave 73 que recuerde con especial cariño?

CARLOS: La recuerdo con mucho cariño porque ha sido mi casa. Los profesores y el centro logran fomentar el apego y el compromiso del alumno.

ITZIAR: Recuerdo con especial cariño la primera pieza de creación que tuvimos que presentar en clase. En el tercer mes de formación teníamos que presentar un trabajo de creación propia que se titulaba “Esto soy yo ahora”. La única regla era que tenía que durar 10 minutos. Fue la primera vez que me enfrenté a la creación escénica, que defendí algo creado por mí ante un público y que me hizo plantearme la pregunta de “yo, como Itziar, qué tengo para contar o qué quiero contar encima de un escenario”.

NOTICIAS RELACIONADAS

Lo más leído
REVISTA TEATROS GRATIS

¡Apúntate a nuestra newsletter!

Recibirás un email semanal con la revista completa, la actualidad destacada y ventajas exclusivas.