¿Qué motivos le llevaron a aceptar la dirección teatral de esta joya de García Márquez?
El lenguaje del teatro es completamente distinto al cinematográfico, todo vale, es una realidad mucho más inventada y eso me gusta mucho. Para mí el teatro es una aventura, lo que me sorprende mucho –comparado con el cine– es que es un plano general ¡y hay que espabilare con eso! Mi sueño sería poder acercarme a los actores, pero claro, no se puede, es una limitación, pero también es lo bonito del teatro. He dirigido otras obras de teatro, musicales, ópera y es un medio en el que me siento muy cómodo y muy a gusto trabajando en él.
¿Qué grandes temas y sentimientos vertebran la obra?
Lo bonito de este texto precisamente es que es un texto muy humano y con mucha relación con el mundo actual y nuestra forma de vivir y de pensar. Los problemas que aparecen en la obra son problemas cotidianos y que conectan con cualquier persona, por lo que no ha habido mayor dificultad a la hora de encontrar un vínculo con la actualidad.
Desde su punto de vista, ¿quién y cómo es este coronel, qué define su esencia?
Destacaría el clima de la obra, hay un clima muy intenso en la relación del coro-nel con su mujer, es una relación entre la tensión y la obligación de la vida con el amor. Es una pareja que se ama pero que, al mismo tiempo, tiene que superar momentos vitales y existenciales para sobrevivir. Esta es la esencia de la obra. Sin duda, esta historia es… Muy bonita. Es muy minimalista, porque prácticamente no pasa nada. Es una pareja que espera algo que nunca llega. La historia es muy sencilla, aunque tiene a un gran protagonista, que es un gallo. Alrededor de este gira toda la historia.
En suma de todo, ¿qué hace recomendable este nuevo estreno?
Que es una obra muy humana y muy actual siendo de otra época. Es un trabajo con el que estoy muy contento. Estoy muy a gusto con el texto y con los actores, que son maravillosos. He observado la obra y he intentado buscar los momentos más intensos, la escenografía… pero el mérito no es mío, es del autor y de los protagonistas. Usted cuenta con una dilatada carrera llena de premios y distinciones. ¿Qué 3 momentos clave de su trayectoria se le han grabado a fuego y por qué? Es casi imposible elegir tres momentos, ¡no hay que olvidar que tengo 88 años! (risas). Lo que sí puedo decir es que tengo la enorme suerte de haber hecho siempre lo que he querido, de haber podido elegir los proyectos que más me han gustado.
Su prestigio como cineasta es internacional, pero no oculta su pasión por las tablas. ¿Tiene alguna novedad entre manos?
Estamos preparando ahora una obra sobre Lorca que, si todo sale bien, estrenaremos el próximo año. Es esencial no dejar de hacer lo que a uno le gusta. No hay día que no haga una fotografía o un dibujo.