Ya las había pisado como presentador, pero este verano se ha estrenado como actor sobre las tablas del Teatro Romano de Mérida. ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Es tan mágico como dicen?
La verdad es que ya había sido mágico pisar el escenario bimilenario de Mérida como presentador, pero lo cierto es que como actor hay cierta responsabilidad y hay también mayor satisfacción. Ver 3000 personas enfervorecidas porque que les gusta el espectáculo, siguiéndote, acompañándote y celebrando contigo, como si fuera una fiesta… La función de Miles Gloriosus ha sido la mejor experiencia y la mejor experiencia como estreno que he tenido jamás.
Llegan a Madrid, además, después de recibir grandes críticas y también elogios personales. ¿Qué hay más, ganas, nervios, responsabilidad? ¿Qué esperan de la capital?
Bueno, de la capital esperamos todo. Hay que pensar que el público de Madrid es un público muy exigente y conoce muy bien el mundo del teatro, es más difícil atrapar su atención porque la competencia es mucha y este año especialmente con tantos musicales como hay, pero esperamos fundamentalmente dos cosas: que acudan a ver el espectáculo porque les llame la atención y que cuando salgan del teatro salgan con una sonrisa de oreja a oreja y con la satisfacción de haber visto una función que les agrade enormemente. Como dice el refrán “De Madrid, al cielo”.
Esta es una de romanos, ¿no? Cuéntenos algo de esta obra, cómo la definiría.
Es una de romanos porque las escribió Plauto, aunque la escribió en griego era romana y es una sátira sobre los personajes que vivían en aquella época en Roma que son más o menos los mismos que viven en la época actual. Hizo una sátira de un personaje perverso como era el del Militar fanfarrón, que era soberbio, pagado de sí mismo, que ejercitaba el poder de una forma despótica, que trataba a las mujeres con un machismo inconcebible pero como todos los clásicos se mantiene n perfectamente actuales porque ese esquema de hombre, aunque no sea militar, también lo tenemos en siglo XXI por lo que la sátira que Plauto hace de él se podía hacer también ahora sin desmerecer de la sociedad actual.
Es una función, que como todas las de Plauto, plantea intentar sacar un aprendizaje, que no una moraleja y hacerlo de manera simpática y divertida. Es una sátira que entra muy bien e los espectadores.
Comedia, sí, pero reflexión, también. No podía ser de otro modo tratándose de un clásico. ¿Qué grandes temas se esconden bajo la historia de Plauto?
Respondiendo a la cuestión anterior ya he comentado un poco los grandes temas que se esconden ¿No? El uso del poder de forma déspota, las relaciones con el sexo contrario de una manera machista, el narcisismo llevado al extremo, el ansia de poder, gloria y dinero son los temas de Plauto en esta función de Miles Gloriosus. También, como en Fuenteovejuna, este clásico de todo un pueblo y la unión de gente humilde, incluso de gente noble con prostitutas todos ellos de dar una lección al militar y de corregir su conducta. Ahí todos se aúnan como, insisto, en Fuenteovejuna. Todos estos temas siempre tratados en clave de comedia y es algo bonito de ver.
¿Por qué un clásico nunca falla? ¿Tan previsibles seguimos siendo?
Efectivamente los clásicos nunca fallan, somos previsibles. En realidad, los humanos no hemos variado mucho en 2.500 años de historia y probablemente tampoco lo hemos hecho en 25.000 años. Tenemos unos genes que nos condicionan y nos determinan y acabamos todos pecando de lo mismo.
La grandeza de los clásicos es que supieron tratar todos estos temas de una manera directa y sencilla y con ello, se convirtieron en eternos inmortales al tratar sobre la esencia humana por lo que nunca pierde la actualidad.
Y Carlos Sobera es Miles Gloriosus. ¿Quién es y cómo es este personaje?
No, yo la verdad es que tengo poco que ver Miles Gloriosus, por eso me ha gustado tanto interpretarlo, no tiene nada que ver conmigo. Puedo ser un poco fanfarrón porque soy de Bilbao, pero no llego a los extremos de este personaje. Miles, como ya he anteriormente un hombre caprichoso, enamorado de sí mismo, creído, egocéntrico, narcisista, déspota, irrespetuoso… un lechado de virtudes en definitiva y lo peor de todo es que no es consciente de sus defectos. Miles no se da cuenta que carece de virtudes e incluso piensa que es un ejemplo y está muy bien que sus conciudadanos se aúnen todos para darle una lección y vea lo equivocado que está.
¿Quedan muchos de estos Miles Gloriosus hoy o van perdiendo fuelle?
Creo que si quedan Miles Gloriosus en la actualidad, unos son ese personaje de Miles en el campo afectivo-sexual y hemos visto muchos ejemplos en los últimos años con movimientos que buscan la igualdad y el reconocimiento de la mujer contra la agresividad de muchos hombres. Otros conservan la personalidad de Miles en el campo de la política y del poder que ejercitan de manera déspota e irrespetuosa y a veces contraria a la ley universal de los derechos del hombre y el ciudadano, como puede ser el caso de Putin y otros conservan el carácter de Miles en el narcisismo, egocentrismo o el egoísmo absoluto que plantean. En resumen, sí, hay muchos Miles Gloriosus en el siglo XXI, pero claro, encontrar uno tan completo como el que dibuja Plauto, que tenga todos los defectos y que sea un ejemplo de Miles Gloriosus no es tan fácil pero seguro que si buscamos lo encontramos.
Carlos Sobera tiene tirón, lo sabemos, pero menudo elenco le rodea, ¿no?
La gran virtud de Miles Gloriosus es que tiene un equipo de actores y actrices soberbio, con una experiencia extraordinaria y un director también extraordinario. En el campo de la interpretación hay que tener en cuenta que hay actores como Juanjo Cucalón, Ángel Pardo, Elisa Matilla… que tienen una experiencia brutal en comedia y en clásicos. Elena Ballesteros es una actriz maravillosa como lo es David Tortosa. Además, tenemos dos estrenos, el de Arianna Aragón y el de Antonio Prieto, que además es el adaptador, pero que tiene también un historial importante como actor de doblaje. Es decir, un elenco estupendo que hace las delicias del espectador. Y luego la batuta indispensable de Pep Anton Gómez que tiene una experiencia extraordinaria en este tipo de montajes que demostró su maestría con “La comedia de las mentiras”, con “El Eunuco” y que lo ha vuelto a demostrar de nuevo haciendo que “Miles Gloriosus” fuese el éxito del Festival del Teatro Clásico de Mérida. La única función que consiguió el Sold Out todos los días, cinco días consecutivos y eso es poque supo dar con la clave del espectáculo y l apuesta en escena de Miles.
¿Cómo es trabajar a las órdenes de Pep Anton Gómez?
Trabajar con Pep es una delicia, es un director en el sentido más pleno de la expresión, no solamente es director de actores si no que tiene un control absoluto de la escenografía, de la puesta en escena, del movimiento, del ritmo interior de la función, de los objetivos que se persiguen del espectáculo de la comedia… es brutal verle trabajar. Lo domina todo como un mago y baraja todas las variantes para conseguir al final un espectáculo único y en una única dirección. Yo creo que tiene un talento extraordinario, se nota que es autor teatral porque domina muy bien la carpintería del teatro y la de los personajes. Tiene un concepto de espectáculo global que no deja de asombrarme. Es un tipo amable, hablador y participativo con los actores a los que deja libertad para aportar y mostrar, y eso los actores lo agradecemos mucho en un proceso creativo.
¿En qué más anda Carlos Sobera? Otros proyectos donde vamos a poder verle…
Sigo un poco con los proyectos de siempre, lo más importante son las semanas que tenemos en Madrid con Miles Gloriosus. Luego, comenzamos en Jaén a principios de diciembre con la gira que durará más de un año. Mientras tanto seguimos con las grabaciones de First Dates para Cuatro y la culminación de Pesadilla en el Paraíso, que es el realitty de final de trimestre de este año en Telecinco y probablemente volveremos, D.m, con Supervivientes en la primavera de 2023.
Mientras tanto, en Arequipa tenemos en la cabeza un par de montajes teatrales para final del 2023 o principios del 2024 y en esta ocasión, tal vez abordemos dos proyectos en paralelo, mostrando un poquito más de ambición porque hay que aprovechar que la normalidad vuelve después de estos años de locura por el Covid que han sido desastrosos, primero para la gente y segundo para los trabajos. Recuperar esa normalidad y poder hacer cosas que no hemos podido llevar a cabo por el maldito Covid estaría bien.