¿Cómo está Concha Velasco?
Estoy muy bien, estoy deseando volver a hacer “La habitación de María”… Todo el mundo está muy contento, pero yo estoy preocupada porque la suspensión en Valladolid ha sido terrible. Me preocupa mucho la vuelta a Madrid, porque ha sido laboriosa la puesta en marcha de esta obra, pensábamos que no se iba a hacer. Después se estrenó y es un éxito, está muy bien escrita, está muy bien dirigida y está muy bien producida por Jesús Cimarro, que ha puesto todo lo que hacía falta y más.
¿Cómo ha sido volver a pisar las tablas del Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián en el estreno?
Ha sido estupendo porque el éxito fue enorme, guardando todas las distancias habidas y por haber. A mí todo esto me tiene triste y no entiendo por qué no dejan ir a la gente al teatro, porque que se sepa en un teatro no se ha contagiado nadie. Es muy injusto.
¿No es raro mirar al patio de butacas y ver a la gente con mascarillas?
No, porque para mí es la cuarta pared y en esta obra mucho más. Lo que sí me gustó mucho fue escuchar las respuestas a pesar de las mascarillas y de las distancias de los espectadores. Notaba la respuesta de las risas y las del silencio. Incluso un silencio y una expectación enorme en un momento que hay muy dramático en la obra. Y también los aplausos finales.
Háblenos un poquito de “La habitación de María”.
La obra trata de una mujer que es una escritora muy famosa que cumple 80 años en su casa y que lleva 43 años sin salir de ella porque tiene agorafobia. Se produce un incendio y todo el mundo la quiere sacar. Y hasta ahí te puedo contar… (risas). Es el monólogo menos monólogo que yo he visto en los últimos tiempos (risas), porque necesito hablar por teléfono con mucha gente, con los bomberos, con la tele, con la gente que me quiere sacar de ahí…
Repiten José Carlos Plaza y Concha Velasco. ¿Quién ha dicho “Ven” a quién?
En esta ocasión he sido yo (risas). La función la escribió Manuel y se la ofreció a Jesús Cimarro. Cuando este lo llamó y le dijo, “oye, que me gusta mucho la función, es una obra estupenda”, Manuel preguntó por qué no la dirigía José Carlos Plaza. “Sería para mi madre como el cierre de un ciclo personal”. Llamamos a José Carlos y dijo que sí sin haber leído la función (risas).
Nos dijo una vez que después de la muerte de Miguel Narros y José Luis Alonso, Plaza es el más grande.
José Carlos forma parte de mi vida no solo profesional, sino de la personal. Yo creo que es más grande que José Luis Alonso y que Miguel Narros. A él no le gusta que diga esas cosas (risas), pero me parece que está en la línea de Peter Brook y quizás más. A José Carlos no le gustan nada las intervenciones y no se le da el puesto que se merece porque él se niega a estar en los sitios.
Cuando estrenaron “El funeral”, firmada y dirigida por su hijo, nos dijo que era muy exigente. ¿Y solo como autor?
Él sabe cuál es su posición: estar a lo que diga José Carlos Plaza. Manuel se encontró entonces con una actriz que pregunta y él no tenía tantas respuestas. Tuvimos nuestros más y nuestros menos (risas). Pero ahora no. El día que leí el primer texto me gustó tanto que me puse a llorar.
Isabel Chacón cumple 80 años, ya los ha cumplido también Concha Velasco.
Es inevitable hacer balance. Voy a cumplir 81 y la pandemia me ha tenido sin poder salir de casa hasta el punto de que he dejado de hacer “Cine de barrio”. No puedo hacerlo en silla de ruedas, no me parece que esté bien y tengo que guardarme las fuerzas para “La habitación de María”. Lo hago por honradez, no es que me echen (risas).
Ha dicho muchas veces que más de 82 años no piensa vivir. ¿Se lo pensará?
Sí, le voy a dar una vuelta (risas). Estoy bien de salud, pero no quiero estar en un escenario y dar pena, yo quiero salir como Lola Herrera, Nuria Espert, Julia Gutiérrez Caba. Mientras pueda hacer personajes con la cabeza y hablar con conocimiento de causa, trabajaré.