Entrevista a Denise Despeyroux por Misericordia

 Títulos como “La Realidad”, “Carne viva”, “Los dramáticos orígenes de las galaxias espirales” o “Un tercer lugar” le han convertido en una de las voces más singulares e interesantes de la dramaturgia española contemporánea. Autora, directora de escena, actriz y docente, Denise Despeyroux ha estrenado más de veinte obras en ciudades como Madrid, Barcelona, Bilbao, Montevideo, México D.F., Buenos Aires y Londres. Ahora firma, dirige e, incluso, se cuela en su último trabajo. ¿Hablamos de exilio?  Por V. R.  Foto GERALDINE LELOUTRE
La primera es obligada, porque viene de ganar la batalla a un problema importante de salud: ¿Cómo está?

Un poco desconcertada todavía por lo que me ha sucedido. He sufrido dos infartos cerebrales. El primero, el 27 de octubre, fue mal diagnosticado y por eso sufrí un segundo la madrugada del 30, que me ha dejado algunas secuelas, aunque por suerte menores. Paradójicamente estaba en un momento vital de mucha alegría antes de este golpe y ahora me he quedado algo triste y asustada, aunque me sigue haciendo muy feliz trabajar en esta obra con el equipo y la producción que tengo. Me siento fuerte.  


¿Cómo se lleva la estancia en un hospital cuando una está a poco más de dos meses de estrenar? ¿Es un aliciente, un motivo de estrés o nada de eso importa?

Llevé con calma la estancia en el hospital, incluso estando cinco días en la UCI. Como decía, me encontraba en un buen momento vital y eso ayudó. Siempre advierto, cuando escribo, que la ficción y la realidad se entrelazan y se alumbran de formas insólitas, y en este caso más que nunca. El primer ataque me sorprendió en mi escritorio escribiendo la última escena de la obra, que precisamente transcurre en un hospital. En ese sentido, podría decir que estar internada sí me ayudó. 


Y esa nueva criatura es “Misericordia”. Háblenos de ella. ¿Cómo definiría esta obra y a qué nos enfrenta, de qué habla?  

Es una obra arriesgada, ambiciosa y que trata muchos temas.  Dialogo en ella con la autoficción o podría decirse que incluso la practico, aunque de una manera extraña y ambigua, convirtiéndome, para empezar, en un personaje secundario dentro de mi propia obra, que tiene otros protagonistas, en concreto los tres hermanos Duarte, familia de exiliados uruguayos (como yo) y un cuarto personaje, Dante, que intima con esa familia y provoca en ella grandes revuelos emocionales.  


Usted llegó a España con apenas 3 años, usted que sabe de lo que habla, ¿qué lectura hace del exilio, de las heridas cuando las hay, de la integración, de la búsqueda de las raíces?   

Recién ahora, acercándome a los cincuenta, me estoy planteando este tipo de asuntos, preguntándome si precisamente no los había abordado todavía porque la herida es más profunda de lo que se sospecha. Desarraigada me he sentido siempre, pero nunca me había planteado hasta qué punto ese desarraigo puede estar dejando ver sus consecuencias en varios aspectos de mi vida.  


Darío Duarte, Sergio Blanco, Delmira, Yuna… ¿Cómo son los personajes que habitan esta historia?

Los tres hermanos son Delmira, Darío y Dunia Duarte, cada uno un mundo aparte. Delmira (47) es psicoanalista y se dedica al estudio de la cábala judía, Darío (45) es autor y director de teatro y está a punto de estrenar por primera vez en la sala grande del CDN. Dunia (36) se refugia en el personaje de Yuna (Final Fantasy X) y desarrolla su propio videojuego independiente. Dante (45) es un autor talentoso pero frustrado que ha decidido abandonar la profesión teatral y dedicarse a la psiconeuroinmunología. 


También se cuela entre esos personajes Denise Despeyroux. Y viene a decir que escribe comedias con pretensiones filosóficas en las que se llora, que está pasada de moda y que es una promesa incumplida. ¿Por qué retorcer los límites de la autoficción para ser tan injusta consigo misma?

No sé si soy injusta o no, conmigo y con muchos otros autores que menciono, incluido, por el ejemplo, el propio Pablo Messiez. Hay, por un lado, un trabajo con la propia frustración y con el impacto de la mirada ajena cuando esa mirada no es amable. También hay un fuerte componente lúdico, humor e ironía. Sospecho que muchos lo entenderán y celebrarán con nosotros, otros probablemente no sean capaces de entender nada y tal vez hasta se escandalicen. Yo confío en una buena recepción de la pieza, aunque soy consciente del riesgo que puede suponer ironizar con “figuras públicas”. 


¿No es un poco locura escribir, dirigir e interpretar su propia obra?

No tiene por qué serlo, hay sin duda cosas mucho más locas y algunas incluso las he hecho. Es un reto arriesgado y hermoso, que con el apoyo de una producción como la que tengo, se puede encarar y disfrutar. Casi cualquiera de mis producciones independientes ha sido una locura mucho más grande que esta, en el sentido de sacrificio y de desproporción. 


¿Cómo se llevan entre ellas todas esas facetas suyas sobre las tablas? ¿Cómo se llevan la Denise dramaturga con la Denise directora y esta con la actriz?

Estupendamente bien. Para empezar la única razón por la que escribo teatro es que quiero dirigir mis obras. Por eso es antinatural para mí que me propongan que una obra mía ya escrita sea dirigida por otro profesional. Es algo que me ha pasado varias veces y me resulta muy duro. Algo muy distinto es que te hagan de entrada un encargo donde tú escribes y otro dirige, como pasó con el teatro Arriaga y el director Raúl Cancelo. El resultado fue una versión vasca de Hedda Gabler con la que quedamos muy contentos. En cuanto a la actuación, no la necesito, como sí me ocurre con la dirección y la escritura, simplemente la asumo cuando lo creo necesario, y en esos caso la gozo. 


¿Por qué escribe Denise Despeyroux? ¿Qué le lleva a escribir, qué historias le gusta contar?

Desde niña, escribir me parecía la consecuencia natural de leer. Llevo toda la vida escribiendo y leyendo. En cuanto a escribir teatro, debo decir que ha sido una consecuencia natural de dirigir teatro, del mismo modo que dirigir teatro fue una consecuencia natural de interpretarlo. ¿Qué historias contar? Siempre las que se cuelan en la propia vida y te interpelan, las que surgen de una necesidad del inconsciente, las que no se llegan a comprender nunca del todo y te ayudan al mismo tiempo a perderte y a encontrarte.


Junto a usted, Natalia Hernández, Pablo Messiez, Cristóbal Suárez y Marta Velilla. ¡Menudo reparto!

Un reparto amado y de lujo. Debo decir que originalmente las actrices iban a ser María Morales y Carolina Lapausa, también estupendas. A ambas les han salido series con papeles importantes y yo lo celebro porque para ellas es muy bueno y porque a mí me ha supuesto el regalo de poder trabajar con Natalia y con Marta. Natalia es una actriz todoterreno que he visto y admirado muchísimas veces en los escenarios y Marta es una actriz que adoro porque llevaba varios meses entrenando en mi grupo de entrenamiento regular, así que he podido ya conocerla y disfrutarla de cerca.  En cuanto a Pablo y Cristóbal debo decir que hacen una pareja actoral sencillamente impresionante. Nadie va a poder negarlo. 


¿Y en qué más anda Denise Despeyroux?

Para empezar, deseo que esta obra haga una buena gira, incluyendo el extranjero. Hemos tenido la fortuna de que Show Prime se haya sumado a la producción y confío en poder ir como mínimo a Argentina y a Uruguay. Espero que también a Chile, México y ojalá más países. En cuanto a otros proyectos, Entre Cajas está interesada en producir mi obra Paciencia debe morir, pero todavía nos falta concretar detalles.  

VENTA DE ENTRADAS

NOTICIAS RELACIONADAS

Lo más leído
REVISTA TEATROS GRATIS

¡Apúntate a nuestra newsletter!

Recibirás un email semanal con la revista completa, la actualidad destacada y ventajas exclusivas.